Ciudad
del Vaticano, 29 de marzo de 2012 (VIS).- Después presidir la Misa
en la Plaza de la Revolución de La Habana, Benedicto XVI se encontró
en la nunciatura apostólica con el ex presidente cubano, Fidel
Castro.
“He
tomado la decisión de pedir algunos momentos de su tiempo, que sé
está lleno de compromisos -había dicho Castro- cuando supe que le
habría agradado este modesto y sencillo contacto”. El encuentro,
según informa Radio Vaticana, duró alrededor de media hora. El ex
presidente dijo al Santo Padre que le había agradado mucho la
beatificación de Madre Teresa de Calcuta, gran benefactora de Cuba,
y la de Juan Pablo II, “un hombre que al entrar en contacto
especialmente con los niños y los humildes del pueblo suscitaba
invariablemente sentimientos de afecto”. Por su parte, Benedicto
XVI habló de su alegría por estar en Cuba y de la cordialidad con
que había sido acogido.
Fidel
Castro planteó al Papa algunas cuestiones sobre los cambios en la
liturgia y el papel del pontífice. Benedicto XVI respondió hablando
de los encuentros con los pueblos y del servicio a la Iglesia
universal. El ex presidente abordó también la difícil situación
de la humanidad en nuestra época, y el Papa se refirió a la falta
de reconocimiento de la presencia de Dios y a la importancia
fundamental de la relación entre fe y razón. Al final, Castro pidió
al pontífice que le enviase algunos libros para profundizar mejor
los temas afrontados en el encuentro, y Benedicto XVI respondió
diciendo que pensará qué textos mandarle. Por último, el ex
presidente presentó al Papa a su mujer y dos de sus hijos.
espero que al conocer al representante de dios en la tierra y reconocer su sabiduría y bondad, el expresidente se humanice y comprenda la necesidad de libertad y religión que tiene el pueblo cubano. Nuestro papa es como el Padre, lento para condenar y rápido para brindar bendiciones y perdón, y también para evangelizar. Que el pueblo cubano sepa que Dios nuestro Señor los ama a todos y cada uno de ellos y cuando ellos sufren él también llora, que no están solos, que Dios sólo pide a cambio una vida sin hacer daño a nadie, siguiendo su divina palabra. Gracias Benedicto xvi, aunque ya eres mexicano, bendito seas por darles esperanza también a los cubanos.
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