Ciudad
del Vaticano, 29 marzo 2012 (VIS).-El Santo Padre presidió ayer por
la mañana, a las 9.00, la Misa concelebrada en la plaza de la
Revolución de La Habana “José Martí”, ante miles de fieles
llegados para la ocasión de toda Cuba. Ofrecemos a continuación
algunos extractos de la homilía de Benedicto XVI:
(…)
“«Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos
míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». En este
texto del Evangelio que se ha proclamado, Jesús se revela como el
Hijo de Dios Padre, el Salvador, el único que puede mostrar la
verdad y dar la genuina libertad. Su enseñanza provoca resistencia e
inquietud entre sus interlocutores. (…) Aun así, los conmina a
creer, a mantener la Palabra, para conocer la verdad que redime y
dignifica”.
“En
efecto, la verdad es un anhelo del ser humano, y buscarla supone
siempre un ejercicio de auténtica libertad. Muchos, sin embargo,
prefieren los atajos e intentan eludir esta tarea. Algunos, como
Poncio Pilato, ironizan con la posibilidad de poder conocer la
verdad, proclamando la incapacidad del hombre para alcanzarla o
negando que exista una verdad para todos. Esta actitud, como en el
caso del escepticismo y el relativismo, produce un cambio en el
corazón, haciéndolos fríos, vacilantes, distantes de los demás y
encerrados en sí mismos. Personas que se lavan las manos como el
gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin
comprometerse”.
“Por
otra parte, hay otros que interpretan mal esta búsqueda de la
verdad, llevándola a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose
en «su verdad» e intentando imponerla a los demás. (…) Sin
embargo, quien actúa irracionalmente no puede llegar a ser discípulo
de Jesús. Fe y razón son necesarias y complementarias en la
búsqueda de la verdad. Dios creó al hombre con una innata vocación
a la verdad y para esto lo dotó de razón. No es ciertamente la
irracionalidad, sino el afán de verdad, lo que promueve la fe
cristiana”. (...)
“Además,
la verdad sobre el hombre es un presupuesto ineludible para alcanzar
la libertad, pues en ella descubrimos los fundamentos de una ética
con la que todos pueden confrontarse, y que contiene formulaciones
claras y precisas sobre la vida y la muerte, los deberes y los
derechos, el matrimonio, la familia y la sociedad, en definitiva,
sobre la dignidad inviolable del ser humano. Este patrimonio ético
es lo que puede acercar a todas las culturas, pueblos y religiones,
las autoridades y los ciudadanos, y a los ciudadanos entre sí, a los
creyentes en Cristo y a quienes no creen en Él”.
“El
cristianismo, al resaltar los valores que sustentan la ética, no
impone, sino que propone la invitación de Cristo a conocer la verdad
que hace libres. (…) En Cristo hallamos la verdad sobre Dios y
sobre el hombre. Él nos ayuda a derrotar nuestros egoísmos, a salir
de nuestras ambiciones y a vencer lo que nos oprime. El que obra el
mal, el que comete pecado, es esclavo del pecado y nunca alcanzará
la libertad. Sólo renunciando al odio y a nuestro corazón duro y
ciego seremos libres, y una vida nueva brotará en nosotros”. (…)
“La
Iglesia vive para hacer partícipes a los demás de lo único que
ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de la gloria. Para
poder ejercer esta tarea, ha de contar con la esencial libertad
religiosa, que consiste en poder proclamar y celebrar la fe también
públicamente, llevando el mensaje de amor, reconciliación y paz que
Jesús trajo al mundo. Es de reconocer con alegría que en Cuba se
han ido dando pasos para que la Iglesia lleve a cabo su misión
insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe. Sin embargo,
es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias
gubernamentales de la Nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar
por este camino de genuino servicio al bien común de toda la
sociedad cubana”.
“El
derecho a la libertad religiosa, tanto en su dimensión individual
como comunitaria, manifiesta la unidad de la persona humana, que es
ciudadano y creyente a la vez. Legitima también que los creyentes
ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. Su
refuerzo consolida la convivencia, alimenta la esperanza en un mundo
mejor, crea condiciones propicias para la paz y el desarrollo
armónico (…). Cuando la Iglesia pone de relieve este derecho, no
está reclamando privilegio alguno. Pretende sólo ser fiel al
mandato de su divino fundador, consciente de que donde Cristo se hace
presente, el hombre crece en humanidad (...). Por eso, ella busca dar
este testimonio en su predicación y enseñanza, tanto en la
catequesis como en ámbitos escolares y universitarios. Es de esperar
que pronto llegue aquí también el momento de que la Iglesia pueda
llevar a los campos del saber los beneficios de la misión que su
Señor le encomendó y que nunca puede descuidar”.
“Ejemplo
preclaro de esta labor fue el insigne sacerdote Félix Varela,
educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha
pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a
su pueblo. El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera
transformación social: formar hombres virtuosos para forjar una
nación digna y libre, ya que esta trasformación dependerá de la
vida espiritual del hombre, pues «no hay patria sin virtud». Cuba y
el mundo necesitan cambios, pero éstos se darán sólo si cada uno
está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a
seguir el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad”.
Jesucristo nuestra unica esperanza de gloria!...La unica salida a todas los problemas, dificultades, tribulaciones, opreciones, enfermedades, personales familiares y mundiales. Unidos a El, con El por El y en El.....Con Su Persona, con Su Vida de Amor y con Su Trabajo de Salvacion dentro de Su Iglesia hoy....-En fin con El Cristo Total... Amen.
ResponderEliminarOh Maria sin pecado concevida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!