CIUDAD DEL VATICANO, 30 NOV 2011 (VIS).- Una vez acabada la catequesis, el Papa saludó en diversos idiomas a los participantes en la audiencia general.
El Santo Padre se dirigió en inglés a las delegaciones de varios países que participan en el encuentro promovido por la Comunidad de San Egidio sobre el tema: “No hay justicia sin vida”. “Espero -dijo- que vuestros debates alienten las iniciativas políticas y legislativas promovidas en numerosos países para eliminar la pena de muerte y continuar los progresos obtenidos en la conformación de la legislación penal tanto a la dignidad humana de los reclusos, como al mantenimiento eficaz del orden público”.
A continuación, dio la bienvenida a los estudiantes del seminario pontificio francés de Roma y a la delegación de la diócesis de Belley-Ars, acompañada por su obispo Guy Bagnard, que ha viajado a Roma para regalar a la basílica de San Pedro un retrato del santo cura de Ars, en conmemoración del Año Sacerdotal. “Siguiendo a san Juan María Vianney, -pidió el Pontífice- aprendamos de nuevo la importancia de la oración en nuestras vidas”.
También saludó a las Hermanas de la Congregación de las Hijas de la Divina Caridad, a quienes acompañaba el cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Vrhbosna (Bosnia Herzegovina), en peregrinación, como acción de gracias, por la reciente beatificación en Sarajevo de cinco religiosas de esa orden que sufrieron el martirio durante la Segunda Guerra Mundial. “Damos gracias por su testimonio y pedimos a Dios que nos de valor y perseverancia en nuestro servicio”, dijo Benedicto XVI.
Y a los representantes de la Federación Italiana de Panaderos y Pasteleros les expresó su profunda gratitud por los “panettone” (dulce típico navideño) que han regalado para la caridad del Papa.
AG/ VIS 20111130 (290)
El Santo Padre se dirigió en inglés a las delegaciones de varios países que participan en el encuentro promovido por la Comunidad de San Egidio sobre el tema: “No hay justicia sin vida”. “Espero -dijo- que vuestros debates alienten las iniciativas políticas y legislativas promovidas en numerosos países para eliminar la pena de muerte y continuar los progresos obtenidos en la conformación de la legislación penal tanto a la dignidad humana de los reclusos, como al mantenimiento eficaz del orden público”.
A continuación, dio la bienvenida a los estudiantes del seminario pontificio francés de Roma y a la delegación de la diócesis de Belley-Ars, acompañada por su obispo Guy Bagnard, que ha viajado a Roma para regalar a la basílica de San Pedro un retrato del santo cura de Ars, en conmemoración del Año Sacerdotal. “Siguiendo a san Juan María Vianney, -pidió el Pontífice- aprendamos de nuevo la importancia de la oración en nuestras vidas”.
También saludó a las Hermanas de la Congregación de las Hijas de la Divina Caridad, a quienes acompañaba el cardenal Vinko Puljic, arzobispo de Vrhbosna (Bosnia Herzegovina), en peregrinación, como acción de gracias, por la reciente beatificación en Sarajevo de cinco religiosas de esa orden que sufrieron el martirio durante la Segunda Guerra Mundial. “Damos gracias por su testimonio y pedimos a Dios que nos de valor y perseverancia en nuestro servicio”, dijo Benedicto XVI.
Y a los representantes de la Federación Italiana de Panaderos y Pasteleros les expresó su profunda gratitud por los “panettone” (dulce típico navideño) que han regalado para la caridad del Papa.
AG/ VIS 20111130 (290)
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