CIUDAD DEL VATICANO, 30 OCT 2011 (VIS).-Este mediodía, Benedicto XVI se asomó a la ventana de su estudio para rezar el Ángelus con las personas presentes en la Plaza de San Pedro.
El Papa comentó la epístola de San Pablo que invita a acercarse al Evangelio “no como palabra de hombres, sino como es verdaderamente, Palabra de Dios”. “De este modo –agregó el pontífice- podemos acoger con fe las enseñanzas de Jesús (...) para asumir un comportamiento conforme a ellas. En el pasaje de hoy, Él reprocha a los escribas y a los fariseos -que tenían en la comunidad un papel de maestros- su conducta porque no correspondía a las reglas que imponían a los demás con rigor. (...) La buena doctrina es recibida, pero corre el peligro de ser desmentida por una conducta incoherente. La actitud de Jesús es completamente opuesta: Es el primero que practica el mandamiento del amor, que enseña a todos, y puede decir que su yugo es suave y su carga ligera porque nos ayuda a llevarlos con El”.
“Pensando en los maestros que oprimen la libertad de los demás en nombre de su autoridad, San Buenaventura indica quién es el auténtico Maestro cuando afirma: “Ninguno puede enseñar y ni siquiera obrar, ni alcanzar las verdades conocibles sin que esté presente el Hijo de Dios” (...) Por lo tanto estamos llamados a seguir al Hijo de Dios, al Verbo encarnado que expresa la verdad de su enseñanza a través de la fidelidad a la voluntad del Padre, mediante el don de sí mismo. (...) Jesús condena firmemente también la vanagloria y observa que actuar ‘para ser admirados por los hombres’ nos deja a la merced de la aprobación humana y hace que se tambaleen los valores que fundan la autenticidad de la persona”.
El Santo Padre invocó la intercesión de María en particular para los que “en la comunidad cristiana están llamados al magisterio de la enseñanza, para que den testimonio siempre con sus obras de la verdad que transmiten con sus palabras”.
Después de la oración mariana, Benedicto XVI manifestó su cercanía “a las poblaciones de Tailandia afectadas duramente por graves inundaciones, así como también en Italia, a las que habitan en Liguria y Toscana, regiones recientemente dañadas como consecuencias de las fuertes lluvias. A todos ellos les aseguro mi oración.”
ANG/ VIS 20111031 (410)
El Papa comentó la epístola de San Pablo que invita a acercarse al Evangelio “no como palabra de hombres, sino como es verdaderamente, Palabra de Dios”. “De este modo –agregó el pontífice- podemos acoger con fe las enseñanzas de Jesús (...) para asumir un comportamiento conforme a ellas. En el pasaje de hoy, Él reprocha a los escribas y a los fariseos -que tenían en la comunidad un papel de maestros- su conducta porque no correspondía a las reglas que imponían a los demás con rigor. (...) La buena doctrina es recibida, pero corre el peligro de ser desmentida por una conducta incoherente. La actitud de Jesús es completamente opuesta: Es el primero que practica el mandamiento del amor, que enseña a todos, y puede decir que su yugo es suave y su carga ligera porque nos ayuda a llevarlos con El”.
“Pensando en los maestros que oprimen la libertad de los demás en nombre de su autoridad, San Buenaventura indica quién es el auténtico Maestro cuando afirma: “Ninguno puede enseñar y ni siquiera obrar, ni alcanzar las verdades conocibles sin que esté presente el Hijo de Dios” (...) Por lo tanto estamos llamados a seguir al Hijo de Dios, al Verbo encarnado que expresa la verdad de su enseñanza a través de la fidelidad a la voluntad del Padre, mediante el don de sí mismo. (...) Jesús condena firmemente también la vanagloria y observa que actuar ‘para ser admirados por los hombres’ nos deja a la merced de la aprobación humana y hace que se tambaleen los valores que fundan la autenticidad de la persona”.
El Santo Padre invocó la intercesión de María en particular para los que “en la comunidad cristiana están llamados al magisterio de la enseñanza, para que den testimonio siempre con sus obras de la verdad que transmiten con sus palabras”.
Después de la oración mariana, Benedicto XVI manifestó su cercanía “a las poblaciones de Tailandia afectadas duramente por graves inundaciones, así como también en Italia, a las que habitan en Liguria y Toscana, regiones recientemente dañadas como consecuencias de las fuertes lluvias. A todos ellos les aseguro mi oración.”
ANG/ VIS 20111031 (410)
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