CIUDAD DEL VATICANO, 23 MAY 2010 (VIS).-En los saludos después del rezo del Regina Coeli, el Santo Padre recordó que ayer había sido proclamada beata la italiana Teresa Manganiello (Montefusco,1849-1876), laica y perteneciente a los terciarios franciscanos.
La nueva beata “transcurrió una vida sencilla y humilde entre las tareas de casa y el compromiso espiritual en la iglesia de los Capuchinos -dijo el Papa- y como San Francisco de Asís intentaba imitar a Jesús ofreciendo sus sufrimientos y penitencias para reparar los pecados; estaba llena de amor por el prójimo: se prodigaba por todos, especialmente por los pobres y los enfermos”.
Después, el Papa habló de la Jornada de Oración por la Iglesia en China, que se celebra mañana, 24 de mayo, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María Auxilio de los Cristianos. “Mientras los fieles que están en China rezan para que sea cada vez más profunda la unidad entre ellos y con la Iglesia universal, los católicos del mundo entero -especialmente los que son de origen chino- se unen a ellos en la oración y en la caridad que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones, particularmente en la solemnidad de hoy”.
Por último, Benedicto XVI saludó a los miembros del Movimiento por la Vida, la asociación italiana que “promueve la cultura de la vida y ayuda concretamente a tantas mujeres jóvenes a llevar a término un embarazo difícil”.
ANG/ VIS 20100524 (250)
La nueva beata “transcurrió una vida sencilla y humilde entre las tareas de casa y el compromiso espiritual en la iglesia de los Capuchinos -dijo el Papa- y como San Francisco de Asís intentaba imitar a Jesús ofreciendo sus sufrimientos y penitencias para reparar los pecados; estaba llena de amor por el prójimo: se prodigaba por todos, especialmente por los pobres y los enfermos”.
Después, el Papa habló de la Jornada de Oración por la Iglesia en China, que se celebra mañana, 24 de mayo, memoria litúrgica de la Bienaventurada Virgen María Auxilio de los Cristianos. “Mientras los fieles que están en China rezan para que sea cada vez más profunda la unidad entre ellos y con la Iglesia universal, los católicos del mundo entero -especialmente los que son de origen chino- se unen a ellos en la oración y en la caridad que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones, particularmente en la solemnidad de hoy”.
Por último, Benedicto XVI saludó a los miembros del Movimiento por la Vida, la asociación italiana que “promueve la cultura de la vida y ayuda concretamente a tantas mujeres jóvenes a llevar a término un embarazo difícil”.
ANG/ VIS 20100524 (250)
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