CIUDAD DEL VATICANO, 21 MAR 2004 (VIS).-El Santo Padre celebró la Eucaristía esta mañana en la Plaza de San Pedro y beatificó a los Siervos de Dios: Luigi Talamoni (1848-1926); Matilde del Sagrado Corazón Téllez Robles (1841-1902); Piedad de la Cruz Ortiz Real (1842-1916); y Maria Candida dell'Eucaristia (1884-1949). Antes de rezar el Angelus, el Papa alentó a los españoles a mantener "la esperanza, el ánimo y la generosidad" tras el atentado del pasado 11 de marzo en Madrid.
Hablando de los nuevos beatos, Juan Pablo II dijo que el sacerdote italiano Luigi Talamoni, que tuvo como alumno en el seminario al futuro papa Pío XI, "se comprometió en el ministerio de la confesión y en el servicio a los pobres, a los encarcelados y especialmente a los enfermos indigentes. ¡Qué luminoso ejemplo para todos! Exhorto a seguirlo sobre todo a los sacerdotes y a la Congregación de las Religiosas 'Misericordine' de San Gerardo", que él fundó.
De la beata española Matilde Téllez Robles, virgen, fundadora de la Congregación de las Hijas de María Madre de la Iglesia, el Papa dijo que "se consagró, desde una intensa vida de oración, a la transformación de la sociedad de su tiempo mediante la acogida de niñas huérfanas, la atención domiciliaria a enfermos, la promoción de la mujer trabajadora y la colaboración en las actividades eclesiales. Profundamente devota de la Eucaristía, (…) su luminoso testimonio es una llamada a vivir en adoración a Dios y servicio a los hermanos, dos pilares fundamentales del compromiso cristiano".
Refiriéndose a la también española Madre Piedad de la Cruz Ortiz Real, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, el Santo Padre dijo que "reunió a diversas jóvenes deseosas de mostrar a los humildes y a los pobres el amor del Padre providente manifestado en el Corazón de Jesús, dando así vida a una nueva familia religiosa. Modelo de virtudes cristianas y religiosas, enamorada de Cristo, de la Virgen María y de los pobres, nos deja el ejemplo de austeridad, oración y caridad hacia todos los necesitados".
La beata italiana Maria Candida dell'Eucaristia, virgen, monja de la Orden de las Carmelitas Descalzas, "fue una auténtica mística de la Eucaristía, de la que hizo el centro unificador de toda su vida, siguiendo la tradición carmelita, en particular el ejemplo de santa Teresa di Jesús y de san Juan de la Cruz. Se enamoró tanto de. Jesús eucarístico que advirtió un constante y ardiente deseo de ser apóstol incansable de la Eucaristía. Estoy seguro -concluyó- que desde el cielo la beata sigue ayudando a la Iglesia para que crezca en el estupor y en el amor a este gran Misterio de nuestra fe".
Antes de rezar el Angelus, el Santo Padre saludó a las autoridades y a los peregrinos presentes en la ceremonia y dirigiéndose en especial a los españoles dijo: "Os aliento a mantener la esperanza, el ánimo y la generosidad ante el dolor de tantas familias, del pueblo de Madrid y de toda España por el reciente atentado terrorista. ¡El amor es más fuerte que el odio y la muerte!".
HML/BEATIFICACION/… VIS 20040322 (530)
Hablando de los nuevos beatos, Juan Pablo II dijo que el sacerdote italiano Luigi Talamoni, que tuvo como alumno en el seminario al futuro papa Pío XI, "se comprometió en el ministerio de la confesión y en el servicio a los pobres, a los encarcelados y especialmente a los enfermos indigentes. ¡Qué luminoso ejemplo para todos! Exhorto a seguirlo sobre todo a los sacerdotes y a la Congregación de las Religiosas 'Misericordine' de San Gerardo", que él fundó.
De la beata española Matilde Téllez Robles, virgen, fundadora de la Congregación de las Hijas de María Madre de la Iglesia, el Papa dijo que "se consagró, desde una intensa vida de oración, a la transformación de la sociedad de su tiempo mediante la acogida de niñas huérfanas, la atención domiciliaria a enfermos, la promoción de la mujer trabajadora y la colaboración en las actividades eclesiales. Profundamente devota de la Eucaristía, (…) su luminoso testimonio es una llamada a vivir en adoración a Dios y servicio a los hermanos, dos pilares fundamentales del compromiso cristiano".
Refiriéndose a la también española Madre Piedad de la Cruz Ortiz Real, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, el Santo Padre dijo que "reunió a diversas jóvenes deseosas de mostrar a los humildes y a los pobres el amor del Padre providente manifestado en el Corazón de Jesús, dando así vida a una nueva familia religiosa. Modelo de virtudes cristianas y religiosas, enamorada de Cristo, de la Virgen María y de los pobres, nos deja el ejemplo de austeridad, oración y caridad hacia todos los necesitados".
La beata italiana Maria Candida dell'Eucaristia, virgen, monja de la Orden de las Carmelitas Descalzas, "fue una auténtica mística de la Eucaristía, de la que hizo el centro unificador de toda su vida, siguiendo la tradición carmelita, en particular el ejemplo de santa Teresa di Jesús y de san Juan de la Cruz. Se enamoró tanto de. Jesús eucarístico que advirtió un constante y ardiente deseo de ser apóstol incansable de la Eucaristía. Estoy seguro -concluyó- que desde el cielo la beata sigue ayudando a la Iglesia para que crezca en el estupor y en el amor a este gran Misterio de nuestra fe".
Antes de rezar el Angelus, el Santo Padre saludó a las autoridades y a los peregrinos presentes en la ceremonia y dirigiéndose en especial a los españoles dijo: "Os aliento a mantener la esperanza, el ánimo y la generosidad ante el dolor de tantas familias, del pueblo de Madrid y de toda España por el reciente atentado terrorista. ¡El amor es más fuerte que el odio y la muerte!".
HML/BEATIFICACION/… VIS 20040322 (530)
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