CIUDAD DEL VATICANO, 11 NOV 2003 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en el Aula Pablo VI a diversos representantes del sindicato polaco "Solidarnosc", entre ellos al ex presidente Lech Walesa, y al arzobispo Tadeusz Goclowski, responsable de la pastoral del mundo del trabajo de la Conferencia Episcopal Polaca.
En su discurso, el Papa subrayó que este encuentro tenía lugar el 11 de noviembre, fecha de la institución de la República Polaca en 1918. "La libertad nacional reconquistada ese día -dijo- tras años de luchas que costaron a nuestra nación tantas renuncias y sacrificios (…) no duró mucho, pero siempre nos hemos apelado a ella en la lucha por conservar la libertad interior, la libertad de espíritu".
Después, pasó revista a la historia de "Solidarnosc", nacido entre cuantos se oponían "a la supresión programada de la libertad del ser humano, a la humillación de su dignidad y a la negación de sus derechos fundamentales" y afirmó que esos principios habían pasado a ser " el fundamento de las transformaciones pacíficas" de Polonia. El Papa recordó especialmente el año 1979 cuando "el sentido de unidad en el bien y el deseo común de prosperidad de la nación oprimida prevalecieron sobre el odio y el deseo de venganza y pasaron a ser el germen de la construcción de un estado demócrata", y el 1989 cuando confío a la Virgen de Jasna Gora el sindicato por fin legalizado.
Sin embargo, observó, esos acontecimientos "parecen escapar a la memoria. Las generaciones jóvenes no los conocen por experiencia propia y podríamos preguntarnos si aprecian en todo su valor la libertad que poseen y si se dan cuenta del precio pagado por ella". Juan Pablo II recalcó que esos hechos son "el patrimonio al que hay que referirse constantemente para que la libertad no degenere en anarquía, sino que asuma la forma de responsabilidad común".
El Papa, citando el discurso dirigido a los sindicalistas en 1981, afirmó que tenían "deberes de enorme importancia (…) ligados a la plena garantía de la dignidad y la eficacia del trabajo humano mediante el respeto de todos los derechos personales, familiares y sociales de cada ser humano: que es sujeto del trabajo. (…) Vuestra actividad tiene y debe tener siempre una referencia clara a la moral social".
"Hoy - continuó- esta exhortación para garantizar la dignidad y la eficacia del trabajo humano no ha perdido importancia". Y citó los problemas actuales del mundo laboral en Polonia: la desocupación, el trabajo temporal, los despidos "sin atención alguna por las suertes de los empleados y de sus familias", la diferencia entre el empleo público y el privado.
"Es necesario que vuestro sindicato salga abiertamente en defensa de los trabajadores, a quienes los empresarios niegan el derecho a la voz, el derecho a oponerse a los fenómenos que violan los derechos fundamentales del trabajador". Juan Pablo II recordó la cuestión del impago de los salarios en Polonia y la definió "un pecado que clama venganza al cielo" y el "rechazo de conceder a los dependientes el derecho al reposo, a la asistencia médica e incluso a la maternidad".
Al final, el Papa advirtió que en los últimos años la "politización del sindicato, probablemente debido a la necesidad histórica, ha llevado a su debilitación. (…) Si Solidarnosc hoy quiere servir verdaderamente a la nación, tendría que volver a sus raíces. (…) Todos los trabajadores, independientemente de quien ostenta el poder, esperan ayuda para defender sus justos derechos".
El encuentro concluyó con el saludo del Santo Padre a la Selección Nacional de Fútbol de Polonia y a los jugadores del Equipo Nacional de Fútbol italiano que disputarán un partido amistoso mañana en Varsovia.
AC/…/SOLIDARNOSC VIS20031111 (600)
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario