EL PAPA LLEGA A CROACIA, SU VIAJE NUMERO 100

CIUDAD DEL VATICANO, 5 JUN 2003 (VIS) - Juan Pablo II comenzó esta tarde su viaje apostólico número cien fuera de Italia. El avión del Papa aterrizó en Rijeka (Croacia) a las 16,45, tras un breve vuelo desde Roma. El Santo Padre saludó a las autoridades civiles y religiosas, especialmente a las de la diócesis de Krk, donde se encuentra Rijeka, y a los miembros de otras Iglesias y comunidades eclesiales y a los seguidores del Judaísmo y del Islam.

"Vengo entre vosotros -dijo el Papa en su discurso en croata- para cumplir mi misión de Sucesor de Pedro y para traer a todos los habitantes del país un saludo y un deseo de paz".

"Laáisla de Krk -prosiguió- conserva un rico patrimonio glagolítico madurado tanto en el uso litúrgico como en la praxis cotidiana del pueblo croata. El cristianismo ha llevado a cabo una gran aportación al desarrollo de Croacia en el pasado. Seguir contribuyendo eficazmente en su presente y en su futuro. Efectivamente hay valores como la dignidad de la persona, la honradez moral e intelectual, la libertad religiosa, la defensa de la familia, la acogida y el respeto por la vida, la solidaridad, la subsidiaridad y la participación, el respeto de las minorías, que están grabados en la naturaleza de todo ser humano, pero que el cristianismo tiene el mérito de haber reconocido y proclamado con claridad. La estabilidad y la grandeza de una nación se fundan sobre valores como esos".

"Croacia ha presentado recientemente su candidatura para ser parte integrante, también desde el punto de vista político y económico, de la gran familia de los pueblos de Europa. Quiero expresar el deseo de que se cumpla felizmente esa aspiración".

Después el Santo Padre se refirió a "las dolorosas señales del pasado reciente" en Croacia y los países vecinos y pidió a los responsables civiles y religiosos que no se cansaran nunca a la hora de "sanar las heridas causadas por una guerra cruel y de poner remedio a las consecuencias de un sistema totalitario que durante demasiado tiempo ha querido imponer una ideología contraria al ser humano y a su dignidad".

El Papa concluyó recordando que "desde hace casi trece años Croacia recorre el camino de la libertad y de la democracia; (...) ahora necesita consolidar (...) una estabilidad social que fomente aún más el empleo, los servicios públicos, la educación abierta a toda la juventud, la eliminación de cualquier tipo de pobreza y de desigualdad".

Finalizada la ceremonia, Juan Pablo II se desplazó en automóvil al puerto de Omisalj, en laáisla de Krk, donde se embarcó en un catamar n para recorrer los 15 kilómetros que le separaban del puerto de Rijeka. Tras ser recibido por el alcalde y las autoridades portuarias se dirigió al seminario archidiocesano, donde se encontró con el presidente de Croacia, Stiepan Mesic. El Papa cenó con los seminaristas y pasó la noche allí.

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