CIUDAD DEL VATICANO, 9 MAR 2002 (VIS) - Juan Pablo II recibió esta mañana en el Aula Pablo VI a 1.200 fieles de diversas diócesis de Polonia, con ocasión del décimo aniversario de la reorganización de las estructuras administrativas de la Iglesia en este país.
El Papa manifestó el deseo de que esta disposición de las provincias eclesiásticas favoreciese "la organización de las reuniones en el ámbito de la metrópolis, para poder afrontar comunitariamente y resolverá las cuestiones que no pueden ser objeto de discusión inmediata en las asambleas plenarias de la conferencia episcopal". Asimismo solicitó que esta forma de colaboración ayudase "a elaborar un programa pastoral que responda a las exigencias de la nueva evangelización y a los desafíos del lugar y del tiempo".
"Hoy es más necesario que nunca -subrayó- dar testimonio con la propia vida, con ímpetu y con afán apostólico. Es necesario un constante acercamiento de los obispos a los fieles y de los fieles a sus obispos. ¡Que esta tarea sea objeto de vuestra solicitud, objeto de la oración y de la reflexión!".
El Santo Padre se refirió a los sacerdotes, "que en las nuevas diócesis en las que trabajan, con frecuencia lejos de su tierra de origen, emprenden con ímpetu el ministerio pastoral". Y pidió a los obispos que cuidaran especialmente la formación permanente intelectual y espiritual de los presbíteros.
"Los fieles laicos en Polonia, durante la segunda mitad del siglo pasado -concluyó- dieron numerosas pruebas de espíritu de sacrificio y de un sincero amor a la Iglesia. Pido a Dios que sigan esta buena tradición y que asuman con nuevo empeño las exigencias evangélicas, ocupando en la Iglesia y en la vida de la sociedad el lugar que les corresponde en virtud de su vocación específica y de los santos sacramentos".
AC;REORGANIZACION ESTRUCTURAS IGLESIA;...;...;VIS;20020311;300;
El Papa manifestó el deseo de que esta disposición de las provincias eclesiásticas favoreciese "la organización de las reuniones en el ámbito de la metrópolis, para poder afrontar comunitariamente y resolverá las cuestiones que no pueden ser objeto de discusión inmediata en las asambleas plenarias de la conferencia episcopal". Asimismo solicitó que esta forma de colaboración ayudase "a elaborar un programa pastoral que responda a las exigencias de la nueva evangelización y a los desafíos del lugar y del tiempo".
"Hoy es más necesario que nunca -subrayó- dar testimonio con la propia vida, con ímpetu y con afán apostólico. Es necesario un constante acercamiento de los obispos a los fieles y de los fieles a sus obispos. ¡Que esta tarea sea objeto de vuestra solicitud, objeto de la oración y de la reflexión!".
El Santo Padre se refirió a los sacerdotes, "que en las nuevas diócesis en las que trabajan, con frecuencia lejos de su tierra de origen, emprenden con ímpetu el ministerio pastoral". Y pidió a los obispos que cuidaran especialmente la formación permanente intelectual y espiritual de los presbíteros.
"Los fieles laicos en Polonia, durante la segunda mitad del siglo pasado -concluyó- dieron numerosas pruebas de espíritu de sacrificio y de un sincero amor a la Iglesia. Pido a Dios que sigan esta buena tradición y que asuman con nuevo empeño las exigencias evangélicas, ocupando en la Iglesia y en la vida de la sociedad el lugar que les corresponde en virtud de su vocación específica y de los santos sacramentos".
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