Ciudad
del Vaticano, 20 de junio de 2015 (Vis).- Los miembros de la
Federación Bíblica Católica (FEBIC) fueron recibidos el pasado
viernes por el Santo Padre, con motivo de su décima asamblea
plenaria en la que reflexionaron sobre la Sagrada Escritura como
fuente de evangelización, al cumplirse el quincuagésimo aniversario
de la promulgación de la Constitución dogmática sobre la Divina
Revelación Dei Verbum. El Papa, al discurso que les entregó y que
el Vis publicó ese mismo día, añadió un breve discurso
improvisado del que ofrecemos un resumen.
''Las
sorpresas de Dios nos ayudan a darnos cuenta de que todos nuestros
planes, todos nuestros pensamientos y tantas cosas, ante la Palabra
viva de Dios caen, se desmoronan. Cuando una iglesia se cierra en sí
mismo y se olvida de que ha sido para anunciar el Evangelio, es
decir, la Buena Nueva, para mover los corazones con el kerygma.
Envejece se debilita. Y añado, enferma y muere''.
''He
oído decir tantas veces, que las diócesis que se encontraban en el
norte de África en la época de San Agustín eran iglesias muertas.
¡No! Hay dos maneras.. de morir: morir o cerrados en sí mismos o
morir dando la vida como testimonio. Y una iglesia que tiene el
coraje - parresía - de llevar la Palabra de Dios y no se avergüenza
está en el camino del martirio''
''En
la primera lectura de la Misa de hoy hemos escuchado que Pablo
contaba las cosas que él había sufrido, desde la perspectiva de
la 'jactancia". ''Ellos se jactan; yo también puedo jactarme de
lo que hice''. El marco es éste. Pero San Pablo si se hubiese
quedado en una de las iglesias - como la de Corinto - y sólo en
ella, no habría sufrido todo lo que dice. ¿Por qué? Porque era un
hombre en salida. Cuando veía que las cosas iban bien, imponía
las manos a otro y se iba. Es un modelo''.
''Al
final dice esta hermosa frase - después de la "jactancia",
después de haberme jactado de.. tantos viajes, tantas veces
azotado, apedreado... todo eso- "Pero si tengo que jactarme,
en verdad , me jactaré solamente de mis debilidades''. Y en otro
relato -vosotros los biblistas lo conocéis- dice: "Me jactaré
de mis pecados''. La tercera jactancia de Pablo no es la vanidad:
"Mi gloria es la cruz de Jesús", dice. Esa es su fuerza.
Y esa es una Iglesia en salida, una Iglesia de "martirio".
Es una Iglesia que va en camino. Y sucede lo que puede suceder a cada
persona que va por la carretera: un accidente ... Pero yo prefiero
una Iglesia herida en un accidente, que una Iglesia enferma,
encerrada en sí misma. Con esa parresía y esa hypomone, es decir
con la paciencia de llevar sobre sus hombres las situaciones, pero
también con la ternura de llevar a los fieles heridos, que le han
sido confiados. Una Iglesia pastoral. Sólo la Palabra de Dios y, al
lado de la Palabra, la Eucaristía. Los hermanos que se reúnen para
alabar al Señor precisamente con la debilidad del pan y el vino,
del Cuerpo del Señor, de la Sangre del Señor''.
''La
Palabra de Dios no es algo que nos hace la vida más fácil. No no.
¡Siempre nos crea problemas! Si uno la lleva con sinceridad, le mete
en problemas, lo pone en situaciones embarazosas muchas veces. Pero
hay que decir la verdad, con ternura, con ese llevar sobre los
hombros las situaciones y a la gente. Es como un respeto fraternal
que sabe "acariciar".
''Una
de las cosas que más me preocupan es el anuncio funcional de la
Palabra de Dios en las homilías. Por favor, haced todo lo posible
para ayudar a vuestros hermanos - diáconos, sacerdotes y obispos –
a dar la Palabra de Dios en las homilías, que llegue al corazón...Un
pensamiento, una imagen, un sentimiento, llegan también. Pero que
llegue la Palabra de Dios.. Muchos son capaces, pero se equivocan y
dan una hermosa disertación teológica ... ¡La Palabra de Dios es
un sacramental! Para Lutero es un sacramento, que actúa casi ex
opere operato (por el hecho mismo de que la acción es realizada
n.d.r) . Después la corriente es un poco la tridentina: la del ex
opere operantis. (que recibe su eficacia de la acción mediadora
n.d.r.) Luego los teólogos han dicho que la Palabra de Dios está
en medio: una parte ex opere operato y otra ex opere operantis. ¡Es
un sacramental! Los discursos no son sacramentales, son discursos que
hacen bien . Pero que en las homilías esté la Palabra de Dios,
porque toca el corazón''.
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