Ciudad
del Vaticano, 22 enero 2014
(VIS).-El Papa Francisco ha dedicado la catequesis de la audiencia
general de los miércoles a la Semana de Oración por la Unidad de
los Cristianos , que concluye el próximo sábado, fiesta de la
Conversión de San Pablo. Se trata de una iniciativa espiritual en la
que participan desde hace cien años las comunidades cristianas y de
un tiempo dedicado a la oración por la unidad de todos los
bautizados , de acuerdo a la voluntad de Cristo : " Que todos
sean uno" . Cada año , un grupo ecuménico de una región del
mundo, bajo la guía del Consejo Ecuménico de las Iglesias y el
Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana ,
sugiere el tema y preparan las actividades de esa Semana de Oración
. Este año ha sido el turno de las de las Iglesias y comunidades
eclesiales de Canadá, que han propuesto la cuestión planteada por
San Pablo a los cristianos de Corinto “¿Acaso está dividido
Cristo?”.
“No,
Cristo no está dividido- ha dicho el Santo Padre- Pero debemos
reconocer con franqueza, con dolor, que en nuestras comunidades
sigue habiendo divisiones que son un escándalo. No
hay otra palabra, las divisiones entre los cristianos son un
escándalo ”. Y, recordando las palabras de Pablo: “Cada
uno de vosotros dice: " Yo soy de Pablo ," Yo soy de Apolo
"," Yo de Cefas ", o" Yo soy de Cristo ",
Francisco ha subrayado que “incluso aquellos que profesaban a
Cristo como su cabeza no son aplaudidos por el apóstol porque usan
su nombre para separarse de otros dentro de la comunidad cristiana.
¡Pero el nombre de Cristo crea comunión y unidad , no división .
Jesús vino para crear
comunión entre nosotros, no para dividirnos. El bautismo y la
Cruz son elementos centrales de discipulado cristiano que tenemos en
común. Las divisiones, en cambio, debilitan la credibilidad y la
eficacia de nuestro compromiso evangelizador”.
En
la carta, el Apóstol reprende a los corintios por sus divisiones ,
pero también da gracias a Dios porque por medio de Jesucristo la
comunidad “se ha enriquecido con todos los dones, los de la
palabra y los del conocimiento” . Esa actitud del Apóstol es “un
estímulo para nosotros y para que cada comunidad cristiana
reconozca con alegría los dones de Dios presentes en otras
comunidades. A pesar del sufrimiento de las divisiones, que
lamentablemente aún existen, acojamos las palabras de Pablo como una
invitación a alegrarnos sinceramente de las gracias concedidas por
Dios a los otros cristianos. Tenemos
el mismo bautismo, el mismo Espíritu Santo que nos ha dado la
Gracia, alegrémonos
“Es
bueno reconocer la gracia con que Dios nos bendice y , todavía más
-ha recalcado el Obispo de Roma- encontrar en otros cristianos algo
que necesitamos , algo que podríamos recibir como un regalo de
nuestros hermanos y nuestras hermanas. El grupo canadiense que ha
preparado esta semana de oración no ha invitado a las comunidades
a pensar en lo que podían dar a sus vecinos cristianos: las ha
exhortado, en cambio, a encontrarse para averiguar lo que todos
pueden recibir de vez en vez de los otros. Esto requiere algo más:
mucha oración, humildad,
reflexión y conversión continua. Sigamos
por este camino rezando por la unidad de los cristianos para que este
escándalo acabe”.
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