Ciudad
del Vaticano, 19 de mayo 2013 (VIS).-Al final de la Misa celebrada,
en la Solemnidad de Pentecostés, por los movimientos, las nuevas
comunidades y las asociaciones de laicos, el Santo Padre ha rezado el
Regina Coeli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San
Pedro.
“Este
renovado Pentecostés –ha dicho el Papa- ha transformado la Plaza
de San Pedro en un Cenáculo bajo el cielo y hemos revivido la
experiencia de la Iglesia naciente, en oración con María, madre de
Jesús. En la diversidad de los carismas hemos experimentado la
belleza de la unidad, de ser una sola cosa. Y esto es obra del
Espíritu Santo que crea siempre nuevamente la unidad de la Iglesia”.
El
Obispo de Roma ha dado las gracias a los movimientos, comunidades y
asociaciones eclesiales, “sois un don y riqueza de la Iglesia” y
en especial a todos los que se han desplazado desde Roma y de todas
las partes del mundo. “Llevad siempre la fuerza del Evangelio, no
tengáis miedo. Tened siempre la alegría y la pasión por la
comunión de la Iglesia. Que el Señor Resucitado esté siempre con
vosotros y que la Virgen os proteja”.
Al
final del Ángelus el Papa ha recordado en su oración a la población
de Emilia Romaña que el año pasado, en estas fechas, fue víctima
de un terremoto y a la Federación Italiana de las Asociaciones de
Voluntarios en Oncología.
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