Ciudad
del Vaticano, 9 octubre 2012
(VIS).-El arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio
Consejo para la Nueva Evangelización explicó esta mañana en la
Oficina de Prensa de la Santa Sede la ceremonia de apertura del Año
de la Fe que presidirá el Santo Padre el próximo jueves, 11 de
octubre, a las 10 en la Plaza de San Pedro.
“Es
de particular importancia -dijo el arzobispo- que el Año de la Fe se
abra el mismo día del cincuenta aniversario de la inauguración del
Concilio Ecuménico Vaticano II. La elección no es casual. (...)
Brinda la oportunidad de regresar al acontecimiento conciliar que ha
marcado de forma determinante la vida de la Iglesia en el siglo XX y
de verificar la incidencia de sus enseñanzas, en el transcurso de
estas décadas y de los próximos años, que marcarán el compromiso
de la Iglesia en la nueva evangelización. De hecho, el Vaticano II
quiso ser un momento privilegiado de nueva evangelización”.
De
ahí que el aniversario del Concilio merezca, “no solamente ser
recordado, sino celebrado por parte de la Iglesia” también a
través de este año que representa “una ocasión propicia para
reavivar la fe de los creyentes y animarlos con un espíritu de
evangelización cada vez más convencido”. De igual modo, el Año
de la Fe, estará dedicado “al estudio y la profundización de las
enseñanzas conciliares para consolidar la formación de los
creyentes -en particular con la catequesis- en la vida sacramental de
la comunidad cristiana y en su testimonio”.
A
la luz de estos conceptos, el prelado ilustró la ceremonia de
inauguración del Año de la Fe que estará “fuertemente
impregnada” de signos que recuerdan el Concilio. “En la apertura
se leerán algunos fragmentos de las cuatro constituciones
conciliares que caracterizaron el Concilio y la renovación de la
vida de la Iglesia. A continuación se repetirá la larga procesión
que, en el recuerdo colectivo, lleva al 12 de octubre de 1962. Estará
formada por todos los obispos que toman parte en la celebración
solemne presidida por el Santo Padre. Asistirán también todos los
Padres sinodales que intervienen estos días en los trabajos sobre la
nueva evangelización; todos los presidentes de las conferencias
episcopales del mundo y catorce Padres conciliares que, a pesar de su
edad, han podido venir a Roma. Habían sido invitados 70 Padres
conciliares que todavía están vivos, pero la edad avanzada o los
problemas de salud les han impedido estar con nosotros”.
La
procesión estará seguida por la entronización de la Palabra de
Dios; un gesto que “rememora un momento significativo de los
trabajos conciliares cuando, en las sesiones solemnes en la basílica
de San Pedro, llegaba en procesión la Sagrada Escritura, que se
colocaba en el centro de la asamblea conciliar, para recordar a todos
que estaban al servicio de la Palabra de Dios que es el centro de la
atención de la Iglesia”. Se utilizará el mismo atril y la misma
Sagrada Escritura de los trabajos conciliares y, al final de la
Eucaristía, habrá otra señal indicativa de que “las enseñanzas
conciliares mantienen viva su actualidad y todavía merecen ser
conocidas y profundizadas”.
“Todos
recuerdan- señaló a este propósito el arzobispo- que en la
clausura del Concilio, Pablo VI entregó una serie de mensajes al
Pueblo de Dios. Los mismos mensajes serán entregados por Benedicto
XVI a diversas categorías de personas: a los gobernantes; a los
representantes de la ciencia y del pensamiento; a los artistas; a las
mujeres; a los trabajadores; a los pobres, a los enfermos y a los que
sufren; a los jóvenes. Dado que también es el XX aniversario del
Catecismo de la Iglesia Católica, el Santo Padre entregará una
copia del mismo, en edición especial publicada para el Año de la
Fe, a dos representantes de los catequistas”.
“Los
años pasan -concluyó monseñor Fisichella- pero la fuerza del
Vaticano II permanece con su carga de deseo de que el Evangelio de
Cristo llegue al mundo entero. Lo hacemos con el intento de ofrecer a
los cristianos otro motivo para sentirse parte de una Iglesia que no
conoce confines y que cada día renueva su fe en el Señor con su
compromiso de vida”.
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