Ciudad
del Vaticano, 28 de marzo de 2012 (VIS).- Finalizada la visita al
santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, el Santo Padre se
trasladó ayer al aeropuerto de Santiago de Cuba para viajar a La
Habana, capital de la isla.
El
Papa llegó al aeropuerto José Martí a las 12,00, hora local (19,00
hora de Roma), donde le esperaban el presidente Raúl Castro -cuya
presencia no estaba prevista-; el cardenal Jaime Ortega y Alamino,
arzobispo de San Cristóbal de La Habana; algunas autoridades locales
y centenares de niños que lo acogieron con flores blancas y
amarillas.
Después
de almorzar en la nunciatura apostólica de La Habana, Benedicto XVI
se desplazó en automóvil al Palacio de la Revolución -sede desde
1965 del Consejo de Estado, la Oficina Presidencial, el Consejo de
Ministros y el Comité Central del Partido Comunista Cubano- para
efectuar una visita de cortesía al presidente Raúl Castro.
El
director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico
Lombardi, S.I., que calificó el coloquio como “largo, cordial y
sereno”, explicó que durante el mismo se habló de la condición
del pueblo cubano, comprendidas las temáticas humanitarias; y de las
expectativas de la Iglesia para el servicio del bien común. El Papa,
agregó el director de la Oficina de Prensa, efectuó una petición
muy específica: el restablecimiento de la festividad del Viernes
Santo.
Al
final del encuentro, el Papa y el presidente intercambiaron regalos.
Benedicto XVI entregó a Raúl Castro una facsímil de la
“Geographia” de Tolomeo”, y el presidente de Cuba correspondió
con una reproducción de bronce de la Virgen del Cobre. Después, el
Santo Padre regresó a la nunciatura apostólica, donde cenó con los
obispos cubanos.
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