“Queridos jóvenes, es precisamente por vosotros que he querido este encuentro; quisiera deciros que aprecio mucho vuestra decisión de ser ‘custodios de la creación’, y que contáis con mi apoyo”.
“Ante todo, debemos recordar que vuestra Fundación y este mismo encuentro poseen una profunda inspiración franciscana. También la fecha de hoy se ha elegido para recordar la proclamación de san Francisco de Asís como patrono de la ecología por parte de mi amado predecesor, el beato Juan Pablo II, en 1979”. (…)
“Fray Francisco, fiel a la Sagrada Escritura, nos invita a reconocer en la naturaleza un libro estupendo que nos habla de Dios, de su belleza y bondad. Pensad que el pobrecillo de Asís pedía siempre al fraile del convento encargado del huerto (…) que cuidase un hermoso macizo de flores para que las personas pasando elevaran el pensamiento hacia Dios, creador de tanta belleza”.
“Queridos amigos, la Iglesia, al mismo tiempo que aprecia los descubrimientos y las investigaciones científicas más importantes, no deja nunca de recordar que respetando la huella del Creador en todo lo creado se comprende mejor nuestra verdadera y profunda identidad humana. (…) De hecho, si el hombre se olvida de ser colaborador de Dios en su trabajo, puede causar violencia a lo creado y provocar daños que tienen siempre consecuencias negativas, incluso sobre el hombre. (…) Hoy más que nunca parece claro que el respeto por el ambiente no puede olvidar el reconocimiento del valor de la persona humana y de su inviolabilidad en todas las fases de la vida y en cualquier condición. El respeto al ser humano y el respeto a la naturaleza son la misma cosa, y ambos pueden crecer y tener su justa dimensión si respetamos, tanto en la criatura humana como en la naturaleza, al Creador y su creación”.
“Quisiera ahora dirigirme a los docentes y a las autoridades (…) para subrayar la gran importancia que tiene la educación en el campo de la ecología. (…) Es ya evidente que no existe un buen futuro para la humanidad sobre la tierra si no nos educamos todos en un estilo de vida más responsable ante la Creación. Este estilo se aprende ante todo en la familia y en la escuela. Animo, por tanto, a los padres, los dirigentes escolares y los maestros a llevar adelante un constante esfuerzo educativo en esta dirección. Además, es indispensable que esta labor de familias y escuelas sea sostenida por las instituciones competentes”. (…)
“Que san Francisco nos enseñe a cantar, con toda la creación, un himno de alabanza y agradecimiento al Padre celeste”.
AC/ VIS 20111128 (490)
No hay comentarios:
Publicar un comentario