CIUDAD DEL VATICANO, 28 NOV 2011 (VIS).-Esta mañana, en el Palacio Apostólico, el Santo Padre ha recibido en audiencia al presidente del Consejo de Ministros de Líbano, Najib Mikati. Sucesivamente, el primer ministro se ha encontrado con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, a quien acompañaba el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, según informa un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
“En el curso de los coloquios, transcurridos en un clima de cordialidad, se ha puesto de relieve el papel del Líbano en su región geográfica y en todo el mundo, y la vocación de esa nación de ofrecer un mensaje de libertad y de convivencia respetuosa entre las diversas comunidades cristianas y musulmanas que la componen”.
“Asimismo, se ha manifestado el deseo de una mayor estabilidad política y de que la colaboración y el diálogo entre los diversos responsables de la vida social e institucional sean más provechosos para poder responder con eficacia a los retos planteados al país tanto en ámbito interno como internacional.”.
“Durante las conversaciones se ha analizado la situación de Oriente Medio, abordando también la delicada situación de Siria. A ese respecto, se ha reafirmado la urgencia del compromiso de todos para lograr una convivencia pacífica, basada en la justicia, en la reconciliación y en el respeto de la dignidad de la persona y de sus derechos inalienables. Por último, se ha recordado la aportación fundamental que pueden dar en este ámbito los cristianos, llamados a ser artífices de concordia y paz, y cuya permanencia es esencial para el bien de la región”.
OP/ VIS 20111128 (290)
“En el curso de los coloquios, transcurridos en un clima de cordialidad, se ha puesto de relieve el papel del Líbano en su región geográfica y en todo el mundo, y la vocación de esa nación de ofrecer un mensaje de libertad y de convivencia respetuosa entre las diversas comunidades cristianas y musulmanas que la componen”.
“Asimismo, se ha manifestado el deseo de una mayor estabilidad política y de que la colaboración y el diálogo entre los diversos responsables de la vida social e institucional sean más provechosos para poder responder con eficacia a los retos planteados al país tanto en ámbito interno como internacional.”.
“Durante las conversaciones se ha analizado la situación de Oriente Medio, abordando también la delicada situación de Siria. A ese respecto, se ha reafirmado la urgencia del compromiso de todos para lograr una convivencia pacífica, basada en la justicia, en la reconciliación y en el respeto de la dignidad de la persona y de sus derechos inalienables. Por último, se ha recordado la aportación fundamental que pueden dar en este ámbito los cristianos, llamados a ser artífices de concordia y paz, y cuya permanencia es esencial para el bien de la región”.
OP/ VIS 20111128 (290)
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