CIUDAD DEL VATICANO, 13 NOV 2011 (VIS).- Después del Angelus, el Papa recordó que este domingo se celebra la Jornada Mundial de la Diabetes, “enfermedad crónica que afecta a muchas personas, también a los jóvenes. Rezo por estos hermanos y hermanas, y por cuantos comparten cada día sus fatigas; así como por los operadores sanitarios y los voluntarios que les asisten”.
También habló, en francés, de su inminente viaje a Benin en el transcurso del cual firmará la exhortación apostólica postsinodal de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos. El Papa subrayó que con su visita quiere “reafirmar la fe y la esperanza de los cristianos de África y las islas adyacentes. Confío a vuestra oración –añadió- este viaje y a los habitantes del amado continente africano, sobre todo a los que padecen inseguridad y violencia. Nuestra Señora de África acompañe y sostenga los esfuerzos de todos cuantos obran por la reconciliación, la justicia y la paz”.
“Me uno –dijo después en alemán- a los fieles que esta tarde participan en la beatificación del sacerdote mártir Carl Lampert en Dornbirn. En la época oscura del nacionalsocialismo, entendió con claridad las palabras de San Pablo: ‘No pertenecemos ni a la noche ni a las tinieblas’. Durante un interrogatorio que habría podido llevarlo a la libertad declaró con convicción: ‘Amo a mi Iglesia. Permanezco fiel a mi iglesia y también al sacerdocio. Estoy de la parte de Cristo y amo a su Iglesia’”.
Hablando en polaco, recordó que en ese país se celebra hoy por iniciativa de la asociación “Ayuda a la Iglesia que sufre”, la Jornada de la Solidaridad con la Iglesia perseguida. “Este año con vuestras oraciones y ofertas sostenéis en particular a la Iglesia en Sudán. Os deseo que esta jornada sensibilice a todos acerca del drama de la pobreza humana y de las persecuciones, de la necesidad del respeto de la dignidad humana y de la libertad religiosa”.
Al final, señaló que la Iglesia italiana celebra la Jornada de Acción de Gracias: “Mirando los frutos de la tierra que el Señor nos ha dado este año, reconocemos que el trabajo del hombre sería vano si Él no lo hiciera fecundo. (…) Demos gracias y, al mismo tiempo, comprometámonos a respetar la tierra que Dios nos ha confiado”.
ANG/ VIS 20111114 (400)También habló, en francés, de su inminente viaje a Benin en el transcurso del cual firmará la exhortación apostólica postsinodal de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos. El Papa subrayó que con su visita quiere “reafirmar la fe y la esperanza de los cristianos de África y las islas adyacentes. Confío a vuestra oración –añadió- este viaje y a los habitantes del amado continente africano, sobre todo a los que padecen inseguridad y violencia. Nuestra Señora de África acompañe y sostenga los esfuerzos de todos cuantos obran por la reconciliación, la justicia y la paz”.
“Me uno –dijo después en alemán- a los fieles que esta tarde participan en la beatificación del sacerdote mártir Carl Lampert en Dornbirn. En la época oscura del nacionalsocialismo, entendió con claridad las palabras de San Pablo: ‘No pertenecemos ni a la noche ni a las tinieblas’. Durante un interrogatorio que habría podido llevarlo a la libertad declaró con convicción: ‘Amo a mi Iglesia. Permanezco fiel a mi iglesia y también al sacerdocio. Estoy de la parte de Cristo y amo a su Iglesia’”.
Hablando en polaco, recordó que en ese país se celebra hoy por iniciativa de la asociación “Ayuda a la Iglesia que sufre”, la Jornada de la Solidaridad con la Iglesia perseguida. “Este año con vuestras oraciones y ofertas sostenéis en particular a la Iglesia en Sudán. Os deseo que esta jornada sensibilice a todos acerca del drama de la pobreza humana y de las persecuciones, de la necesidad del respeto de la dignidad humana y de la libertad religiosa”.
Al final, señaló que la Iglesia italiana celebra la Jornada de Acción de Gracias: “Mirando los frutos de la tierra que el Señor nos ha dado este año, reconocemos que el trabajo del hombre sería vano si Él no lo hiciera fecundo. (…) Demos gracias y, al mismo tiempo, comprometámonos a respetar la tierra que Dios nos ha confiado”.
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