CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2011 (VIS).-Como es tradición, con motivo de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, Benedicto XVI recibió en el Vaticano a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, enviada por el Patriarca Bartolomé I, en el marco del intercambio de visitas entre la Iglesia de Roma y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, en ocasión de las fiestas de sus patronos.
La delegación, que entregó al Papa un mensaje del Patriarca, estaba compuesta por el Metropolita de Francia Emmanuel (Adenakis); el obispo Athenagoras (Yves Peckstadt), auxiliar del Metropolita de Bélgica y por el archimandrita Maxime Pothos, vicario general de la Metropolia de Suiza.
“Vuestra participación en esta fiesta, como la presencia de nuestros representantes en Constantinopla en la del apóstol Andrés, expresan la amistad y la auténtica fraternidad que unen a la Iglesia de Roma con el Patriarcado Ecuménico, vínculos que están sólidamente fundados sobre la fe recibida del testimonio de los apóstoles”, dijo el Papa en el discurso que dirigió a la delegación. “La estrecha cercanía espiritual que experimentamos cada vez que nos encontramos es para mí motivo de profunda alegría y de gratitud a Dios. Al mismo tiempo, la comunión aún no completa que ya nos une, debe crecer hasta llegar a la plena unidad visible”.
“Seguimos con gran atención el trabajo de la Comisión mixta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto”, prosiguió el pontífice. “Desde un punto de vista meramente humano, se podría tener la impresión de que el diálogo teológico avance trabajosamente. En realidad, el ritmo del diálogo está ligado a la complejidad de los temas en discusión, que exigen un extraordinario empeño de estudio, reflexión y apertura recíproca. Estamos llamados a proseguir juntos en la caridad este camino, invocando del Espíritu Santo luz e inspiración, convencidos de que quiere conducirnos al pleno cumplimiento de la voluntad de Cristo: Que todos sean uno”.
“En un contexto histórico de violencias, indiferencias y egoísmo, tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo se sienten perdidos. Con el testimonio común de la verdad del Evangelio podremos ayudar a la humanidad de nuestro tiempo a reencontrar el camino que lleva a la verdad. Efectivamente, la búsqueda de la verdad es siempre también búsqueda de la justicia y de la paz; por eso constato con alegría la gran entrega de su Santidad Bartolomé a la hora de afrontar estos temas”, señaló el Santo Padre.
Benedicto XVI concluyó recordando que con unidad de intenciones y teniendo presente el ejemplo del beato Juan Pablo II, había invitado a “los hermanos cristianos, a los representantes de otras tradiciones religiosas y a personalidades del mundo de la cultura y de la ciencia a participar el próximo 27 de octubre en la ciudad de Asís en una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, cuyo tema es “Peregrinos en la verdad, peregrinos en la paz”. Caminar juntos por las calles de la ciudad de San Francisco será el signo de la voluntad de proseguir recorriendo el camino del diálogo y de la fraternidad”.
AC/ VIS 20110630 (530)
La delegación, que entregó al Papa un mensaje del Patriarca, estaba compuesta por el Metropolita de Francia Emmanuel (Adenakis); el obispo Athenagoras (Yves Peckstadt), auxiliar del Metropolita de Bélgica y por el archimandrita Maxime Pothos, vicario general de la Metropolia de Suiza.
“Vuestra participación en esta fiesta, como la presencia de nuestros representantes en Constantinopla en la del apóstol Andrés, expresan la amistad y la auténtica fraternidad que unen a la Iglesia de Roma con el Patriarcado Ecuménico, vínculos que están sólidamente fundados sobre la fe recibida del testimonio de los apóstoles”, dijo el Papa en el discurso que dirigió a la delegación. “La estrecha cercanía espiritual que experimentamos cada vez que nos encontramos es para mí motivo de profunda alegría y de gratitud a Dios. Al mismo tiempo, la comunión aún no completa que ya nos une, debe crecer hasta llegar a la plena unidad visible”.
“Seguimos con gran atención el trabajo de la Comisión mixta para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto”, prosiguió el pontífice. “Desde un punto de vista meramente humano, se podría tener la impresión de que el diálogo teológico avance trabajosamente. En realidad, el ritmo del diálogo está ligado a la complejidad de los temas en discusión, que exigen un extraordinario empeño de estudio, reflexión y apertura recíproca. Estamos llamados a proseguir juntos en la caridad este camino, invocando del Espíritu Santo luz e inspiración, convencidos de que quiere conducirnos al pleno cumplimiento de la voluntad de Cristo: Que todos sean uno”.
“En un contexto histórico de violencias, indiferencias y egoísmo, tantos hombres y mujeres de nuestro tiempo se sienten perdidos. Con el testimonio común de la verdad del Evangelio podremos ayudar a la humanidad de nuestro tiempo a reencontrar el camino que lleva a la verdad. Efectivamente, la búsqueda de la verdad es siempre también búsqueda de la justicia y de la paz; por eso constato con alegría la gran entrega de su Santidad Bartolomé a la hora de afrontar estos temas”, señaló el Santo Padre.
Benedicto XVI concluyó recordando que con unidad de intenciones y teniendo presente el ejemplo del beato Juan Pablo II, había invitado a “los hermanos cristianos, a los representantes de otras tradiciones religiosas y a personalidades del mundo de la cultura y de la ciencia a participar el próximo 27 de octubre en la ciudad de Asís en una Jornada de reflexión, diálogo y oración por la paz y la justicia en el mundo, cuyo tema es “Peregrinos en la verdad, peregrinos en la paz”. Caminar juntos por las calles de la ciudad de San Francisco será el signo de la voluntad de proseguir recorriendo el camino del diálogo y de la fraternidad”.
AC/ VIS 20110630 (530)
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