DIOS NOS DIO POR HERMANOS A LOS POBRES

CIUDAD DEL VATICANO, 11 ABR 2003 (VIS) - El Santo Padre recibió esta mañana a las Hermanas de los Pobres de Santa Catalina de Siena, que celebran su capítulo general dedicado al tema: "Un don para regalar, el rostro carismático de la Hermana de los Pobres".

"La rica herencia carism tica que la beata Savina Petrilli os ha legado -dijo el Papa en el discurso que les dirigió- representa un 'talento' providencial que debe dar frutos en la Iglesia y en el mundo. Vuestra fundadora, que el Señor me concedió beatificar hace quince años, se consagró a Dios y a los hermanos más necesitados, inspirándose en los cuatro grandes amores de Santa Catalina: la Eucaristía, el Crucificado, la Iglesia y los Pobres. Siempre dispuesta a responder a las necesidades de los hermanos, no dudó en viajar, hace cien años, al continente latinoamericano. Siguiendo su rastro luminoso, sus hijas espirituales están también presentes en Asia".

El Santo Padre afirmó que el tema que las religiosas habían elegido "subraya la urgencia de proseguir esta acción espiritual y misionera, sin perder nunca la intuición carism tica de la beata Savina Petrilli. Ser hermanas de los pobres -decía- conlleva el compromiso de no abandonar nunca a 'aquellos pobres que Dios nos ha dado por hermanos'".

"Reconocer en el rostro de cada indigente el rostro de Cristo: esta es la enseñanza que hoy os repite la fundadora, recordando, como hacía a menudo con las primeras hermanas que 'por Jesús todo es poco'".

El Papa invitó a las Hermanas de los Pobres a educar los corazones al amor, a ser heroicas en la caridad y a ser "disponibles y acogedoras con todas las personas, cualquiera que sea su forma de pobreza. Uniendo la 'contemplación a la acción', proseguid en vuestro servicio eclesial, que florece de la oración como 'la flor de la raíz'. En nuestra época es muy necesario afirmar la prioridad de la escucha de Dios y de la contemplación".

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