CIUDAD DEL VATICANO, 24 MAR 2003 (VIS) - El Santo Padre recibió este mediodía a los participantes en las beatificaciones de ayer de los Siervos de Dios Pierre Bonhomme, María Dolores Rodríguez Sopeña, María Caridad Brader, Juana María Condesa Lluch y L szló Batthy ny-Strattmann.
A las hijas espirituales del sacerdote francés Pierre Bonhomme, las Religiosas de Nuestra Señora del Calvario, el Papa les pidió que permanecieran "fieles al espíritu de servicio" que caracterizaba a su fundador, "totalmente dedicado a los pobres".
Juan Pablo II se dirigió posteriormente a los pastores, religiosas y laicos que asistieron a la beatificación de las beatas españolas María Dolores Rodríguez Sopeña y Juana María Condesa Lluch y de la beata suiza "de alma latinoamericana y universal", madre María Caridad Brader: "Las tres -dijo- vivieron en una misma época, alimentaron sólidamente su vida de fe con la oración, la intimidad con la Eucaristía y la tierna devoción a la Santísima Virgen María".
El beato laico húngaro L szló Batthy ny-Strattmann "trabajó durante su vida por la paz y por la construcción de una nueva casa común europea. Por eso -continuó el Santo Padre-, este nuevo beato puede ser considerado un protector".
Al final de la audiencia, al arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, le fue entregado el "Icono de la Sagrada Familia", símbolo de las jornadas mundiales de las familias, ya que esta ciudad española será la sede del próximo encuentro en 2006. El Papa pidió que la contemplación de esta imagen durante estos años que faltan para el encuentro "sirva de inspiración para seguir trabajando en la defensa y promoción de la institución familiar (...) y sea 'gaudium et spes', gozo y esperanza de la humanidad, escuela de transmisión de los genuinos valores que el hombre necesita, y lugar de acogida de la vida".
AC;BEATIFICACIONES;...;...;VIS;20030324;290;
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