CIUDAD DEL VATICANO, 23 MAR 2003 (VIS) - El Papa beatificó esta mañana en la Plaza de San Pedro a los Siervos de Dios Pierre Bonhomme (1803-1861); María Dolores Rodríguez Sopeña (1848-1918); María Caridad Brader (1860-1943); Juana María Condesa Lluch (1862-1916) y L szló Batthy ny-Strattmann (1870-1931).
En la homilía, el Santo Padre dijo que "la meditación de la Escritura era la fuente incomparable de la actividad pastoral del sacerdote Pierre Bonhomme, en particular de su atención a los pobres, a los enfermos, a los sordomudos y a las personas discapacitadas, para las que fundó el Instituto de las Religiosas de Nuestra Señora del Calvario".
María Dolores Rodríguez Sopeña, continuó hablando de la beata española, "quiso responder al reto de hacer presente la redención de Cristo al mundo del trabajo. Por eso, ella se propuso como meta 'hacer de todos los hombres una sola familia en Cristo Jesús'".
Juan Pablo II afirmó que la beata Juana María Condesa Lluch "tuvo una juventud profundamente cristiana: asistía a misa diariamente, (...) afianzaba su fe con la oración asidua. Así se preparó para entregarse totalmente al amor de Dios, fundando la Congregación de las Esclavas de María Inmaculada que fiel a su carisma sigue comprometida en la promoción de la mujer trabajadora".
La madre María Caridad Brader, virgen, fundadora de la Congregación de las Religiosas Franciscanas de María Inmaculada, "con una total confianza en la divina providencia -recordó el Papa-, fundó escuelas, centros de caridad, poniendo sus energías en una total devoción eucarística".
Refiriéndose al beato laico L szló Batthy ny-Strattmann, el Santo Padre puso de relieve que "nunca antepuso las riquezas de la tierra al verdadero bien que está en los cielos. Su ejemplo de vida familiar y de generosa solidaridad cristiana sirva de estímulo para seguir fielmente el Evangelio".
HML;BEATIFICACIONES;...;...;VIS;20030324;300;
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario