ENCICLICA SOBRE LA EUCARISTIA EL JUEVES SANTO

CIUDAD DEL VATICANO, 30 MAR 2003 (VIS) - Antes de rezar el Angelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II habló de nuevo de la guerra en Irak y pidió la intercesión de la Virgen María por las víctimas. "Invoquemos con ardor y confiada insistencia su intercesión por la paz en Irak y en todo el mundo", dijo el Papa.

"Hoy, cuarto domingo de Cuaresma -prosiguió- el Evangelio nos recuerda que 'tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna'. Escuchamos este anuncio consolador en un momento en el que dolorosos enfrentamientos armados insidian la esperanza de la humanidad en un futuro mejor. 'Tanto amó Dios al mundo (...)' afirma Jesús. El amor del Padre alcanza a cada ser humano que vive en el mundo".

"'Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único'. Es cuanto sucedió en el sacrifico del Calvario", subrayó el Santo Padre. "El sacramento de la Eucaristía es el memorial perenne de este sacrificio supremo".

"He querido dedicar precisamente al tema de la Eucaristía -anunció el Papa- la encíclica que, con motivo del próximo Jueves Santo, si Dios quiere, firmaré durante la Misa en la Cena del Señor. La entregaré simbólicamente a los sacerdotes, en lugar de la carta que en esa circunstancia les dirijo y, a través de ellos, a todo el Pueblo de Dios".

"Confío desde ahora ese importante documento a María -concluyó- un documento que subraya el valor intrínseco y la importancia para la Iglesia del Sacramento que Jesús nos dejó como memorial vivo de su muerte y resurrección".

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