Ciudad
del Vaticano, 29 de septiembre de 2015 (Vis).-Durante el vuelo de
regreso a Roma, al final del viaje apostólico a Cuba y Estados
Unidos, el Papa Francisco respondió a diversas preguntas de los
periodistas que lo acompañaban en el avión.
El
Santo Padre habló en primer lugar de que lo que más le había
sorprendido en Estados Unidos era el calor de la gente y su
amabilidad. En Washington, dijo, la acogida fue muy calurosa, pero
más formal que en Nueva York, donde todo fue más exuberante,
mientras en Filadelfia más expresiva. ''Tres modalidades diversas
pero la misma acogida''.
También
explicó el porqué de su encuentro con el episcopado estadounidense
en Washington, donde sintió la necesidad de expresar a los prelados
su compasión por los casos de abusos sexuales.''Una cosa horrible
-dijo- y muchos sufrieron porque no lo sabían y eran verdaderos
hombres de Iglesia, verdaderos pastores... Y yo les dije que lo sabía
– y utilicé una palabra de la Biblia, del Apocalipsis,- ''Venís
de la gran tribulación''. Porque lo que ha pasado ha sido una gran
tribulación...Yo diría casi un sacrilegio...Todos sabemos que hay
abusos en muchos lugares, en el ámbito familiar, en la vecindad, en
las escuelas, en los gimnasios...Pero cuando un sacerdote comete un
abuso es gravísimo, porque la vocación del sacerdote es la de hacer
crecer a ese niño o a esa niña hacia ...el amor de Dios, hacia la
madurez afectiva. Y en cambio,, lo aplasta, hace el mal..Y no hay que
esconderlo, y los que han encubierto estas cosas son también
culpables. Es horrible. Y las palabras de consuelo que pronuncié, no
fueron como decir: ''Tranquilos, no ha pasado nada''. No, fueron en
cambio: ''Ha sido horrible y me imagino que hayáis llorado mucho''.
Las palabras iban en esa dirección. Y hablé con dureza''.
Refiriéndose
a las víctimas de abusos afirmó que entendía a las que, junto a
sus familias, no querían perdonar a los culpables. ''Si, las
entiendo. Rezo por ellas y no las juzgo. Una vez, en una de estas
reuniones, una mujer me dijo: ''Cuando mi madre supo que habían
abusado de mí, blasfemó contra Dios, perdió la fe y murió atea''.
Y yo la entiendo. Y Dios que es más bueno que yo la entiende. Estoy
seguro de que la ha acogido. Porque lo que habían tocado, lo que
habían destruido era su propia carne, la carne de su hija''.
Contestando
a una pregunta sobre el proceso de paz en Colombia, manifestó su
alegría por la firma del acuerdo en marzo entre las FARC y el
Gobierno. ''Cuando lo supe -reveló- pedí al Señor: ''Haz que
lleguemos a marzo, que se llegue con esta buena intención'' porque
queda alguna que otra pequeña cosa, pero hay voluntad entre las
partes. La hay. También del grupo pequeño; los tres están de
acuerdo. Hay que llegar a marzo, al acuerdo definitivo. Quedaba el
tema de la justicia internacional.. Hablé dos veces con el
Presidente Santos de la cuestión. Y la Santa Sede, no solamente yo,
está muy abierta para ayudar en todo lo posible''.
Después
tocó el argumento de la crisis migratoria hacia Europa. ''Se entra
en un estado de crisis después de un largo proceso -observó- Este
es un proceso que ha estallado hace años, porque las guerras de las
que huye la gente duran desde hace años.. Y el hambre lo
mismo...Pienso en Africa, el continente explotado... Y creo que en
lugar de explotar a un continente o a un país, o a una tierra,
invertir para que la gente tenga trabajo allí evitaría esta crisis.
Es verdad es una crisis de refugiados … que no se había visto
nunca después de la última guerra mundial, la más grande... Pero
los muros se derrumban... Todos los muros se caen, hoy, mañana,
dentro de cien años.. Se caerán... No son una solución... El
problema permanece y permanece todavía con más odio''.
Respecto
a las expectativas del inminente Sínodo sobre la familia y los casos
de los católicos divorciados que se han vuelto a casar, así como
sobre el Motu Proprio que facilita el proceso de nulidad matrimonial
y que según algunos abre el camino a un divorcio católico Francisco
dijo: ''En la reforma de los procesos, de sus modalidales, he cerrado
la puerta de la vía administrativa, que era por la que podía entrar
el divorcio. Y se puede decir a los que piensan que es un divorcio
católico que se equivocan porque este último documento ha cerrado
la puerta al divorcio que podía entrar -habría sido más fácil-
por el camino administrativo... Los Padres Sinodales habían pedido
esto: la agilización de los procesos de nulidad matrimonial. Y me
detengo aquí. Este documento, este Motu Proprio facilita los tiempos
del proceso, pero no es un divorcio porque el matrimonio es
indisoluble cuando es un sacramento y esto la Iglesia no lo puede
cambiar. Es doctrina. Es un sacramento indisoluble. El procedimiento
legislativo es para demostrar que cuando parecía un sacramento no lo
era : por ejemplo, por falta de libertad, o por falta de madurez, o
por enfermedad mental... Después está el problema de los segundos
matrimonios, de los divorciados que se vuelven a casar. Me parece
algo simplista decir que... la solución para estas personas es que
puedan comulgar. No es la única solución. No, lo que propone el
Instrumentum Laboris del Sínodo es mucho más amplio. El problema de
las uniones de los divorciados no es el único problema. En el
Instrumentum Laboris hay tantos. Por ejemplo, los jóvenes que no se
casan, que no quieren casarse. Es un problema pastoral para la
Iglesia. Otro problema es la madurez afectiva para el matrimonio.
Otro problema es la fe... El Sínodo tiene que pensar muy bien como
efectuar la preparación para el matrimonio, es una de las cosas más
difíciles.''
Otra
cuestión a la que respondió el Santo Padre fue la relativa al
derecho a la libertad de conciencia de los funcionarios públicos a
la hora de abstenerse de firmar o cumplir procedimientos contrarios a
sus convicciones religiosas. ''Yo no puedo tener en mente todos los
casos en los que pueda haber objeción de conciencia -dijo- Pero si
puedo decir que la objeción de conciencia es un derecho y entra
dentro de los derechos humanos. Es un derecho y si una persona no
permite que se ejerza la libertad de conciencia está negando un
derecho. En todas las estructuras judiciales debe entrar la objeción
de conciencia porque es un derecho humano. Si no acabaríamos en la
selección de los derechos: este es un derecho de calidad, este no lo
es''.
Preguntado
por su opinión sobre el bombardeo de las bases de Isis en Siria por
parte dela aviación militar francesa contestó: ''No conozco bien la
situación. He oido que Rusia tenía una posición, que la de
Estados Unidos todavía no estaba clara... No se que decir, de
verdad, porque no lo he entendido bien. Pero cuando escucho las
palabras ''bombardeo'', muerte, sangre... repito lo que dije en el
Congreso y en las Naciones Unidas: Habría que evitar estas cosas.
Pero no juzgo la situación política porque no la conozco''.
A
continuación respondió a la cuestión de las relaciones de la
Santa Sede con China. ''China es una gran nación que aporta al mundo
una gran cultura y muchas cosas buenas. Dije una vez, en avión
volviendo de Corea, que me gustaría mucho ir a China. Amo al pueblo
chino... Espero que haya posibilidades para establecer buenas
relaciones... Tenemos contactos... Estamos hablando. Para mí contar
con un país amigo como China, con tanta cultura y tantas
posibilidades de hacer bien las cosas, sería una gran alegría''.
''¿Veremos
alguna vez a mujeres sacerdotes en la Iglesia?'' fue otra de las
preguntas formuladas casi al final del coloquio. ''No, no pueden
serlo- respondió- El Papa san Juan Pablo II, en tiempos de discusión
y después de una larga reflexión lo dijo con claridad. Y no porque
las mujeres no tengan capacidad: en la Iglesia son más importantes
las mujeres que los hombres, porque la Iglesia es mujer: es ''la''
Iglesia, no ''el'' Iglesia; la Iglesia es la esposa de Cristo y la
Virgen es más importante que los papas, que los obispos y que los
curas. Pero hay algo que tengo que reconocer: estamos algo retrasados
en la elaboración de una teología de la mujer. Tenemos que
progresar con esta teología. Esto es verdad''.
''En
Estados Unidos se ha convertido en una estrella ¿Es un bien para la
Iglesia que el Papa sea una estrella?'' , fue la última pregunta. ''
El título que usaban y deben usar los Papas es ''Siervo de los
siervos de Dios'' -dijo Francisco- Es algo diferente de ser una
estrella...Si, en los medios de comunicación se usa esta palabra;
pero hay otra verdad: ¡cuántas estrellas hemos visto que después
se apagan y caen! Es algo pasajero. En cambio, ser siervo de los
siervos de Dios, es hermoso. No pasa''.
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