Ciudad
del Vaticano, 23 de junio de 2015 (Vis).-Esta mañana en la Oficina
de Prensa de la Santa Sede ha tenido lugar la presentación del
Instrumentum Laboris de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo
de los Obispos sobre el tema: "La vocación y la misión de la
familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo" (4 -25
octubre 2015). Han intervenido los cardenales Lorenzo Baldisseri,
Secretario General del Sínodo de los Obispos y Peter Erdo,
arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría), Relator General de la XIV
Asamblea General del Sínodo de los Obispos y el arzobispo Bruno
Forte, de Chieti-Vasto (Italia), Secretario Especial de la XIV
Asamblea General del Sínodo de los Obispos.
El
Instrumentum Laboris, explicó el cardenal Baldisseri, se divide en
tres partes que retoman la estructura de la Relatio Synodi,
demostrando la estrecha relación entre la III Asamblea
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos de octubre de 2014,
dedicada a ''Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de
la evangelización'' y la próxima Asamblea General Ordinaria. La
primera parte titulada ''Escuchar los desafíos de la familia'' se
relaciona de forma más directa con el pasado sínodo, mientras la
segunda ''El discernimiento de la vocación familiar'' y la tercera
''La misión de la familia hoy'', introducen el tema del próximo.
El
purpurado destacó algunas novedades que se encuentran en la primera
parte y que se refieren sobre todo al contexto
antropológico-cultural, al socio-económico y al ecológico, ''ahora
felizmente iluminado por la nueva encíclica Laudato sí''. ''Los
desafíos son -dijo- la pobreza y la exclusión social, la tercera
edad, la viudez, el luto en la familia, la discapacidad, las
migraciones, el papel de la mujer, la afectividad y la educación de
la sexualidad, la bioética''.
En
la segunda parte, "El discernimiento de la vocación familiar"
se enriquece la Relatio Synodi con una ampliación de los temas
relacionados con el matrimonio natural y la plenitud sacramental, la
indisolubilidad, don y tarea, la vida familiar, la unión y la
fecundidad, la dimensión misionera, la fe, la oración, la
catequesis, el estrecho lazo entre la Iglesia y la familia, los
jóvenes y el miedo de contraer matrimonio, la misericordia.
La
tercera parte, dedicada a "La misión de la familia hoy",
comienza con una vasta reflexión sobre la familia y la
evangelización, y se profundizan, entre otras cosas, cuestiones como
el tema de la familia, sujeto de la pastoral, la liturgia nupcial,
un lenguaje renovado y apertura misionera.
''Se
habla -puntualizó el Secretario general del Sínodo de los Obispos-
de familia y acompañamiento eclesial, de la agilización de los
procedimientos de las causas matrimoniales, de la integración de los
fieles en situaciones irregulares, de la eventual introducción de
una forma de penitencia, de los problemas pastorales sobre los
matrimonios mixtos y con disparidad de culto, así como de las
cuestiones de responsabilidad generativa, del control de la
natalidad, de la adopción y acogida familiar, del respeto a la vida
desde la concepción hasta la muerte natural y de la educación de
las generaciones futuras''.
''Es
muy relevante -añadió – la referencia a la indigencia económica
de muchas familias que corren el peligro de la usura y al compromiso
socio-político de los cristianos en favor de la familia, también en
el contexto internacional. En este sentido, se considera útil la
proposición de la Carta de los Derechos de la Familia, en unión a
la Declaración Universal de los Derechos Humanos''.
El
cardenal Baldisseri ilustró además los trabajos de la Secretaría
del Consejo del Sínodo entre una asamblea y otra que comenzaron ya
en noviembre de 2014, con la presentación del proyecto de los
''Lineamenta'', compuesto por la Relatio Synodi y una serie de 46
preguntas relativas a la recepción y profundización de ese
documento sinodal que fueron enviados a los sínodos de las Iglesias
Orientales Católicas sui iuris, a las Conferencias Episcopales, a
los dicasterios de la Curia Romana y a otros sujetos, con la
invitación de responder como fecha tope el 15 de abril de 2015. La
Secretaría General ha recibido hasta ahora 99 respuestas por parte
de los organismos competentes a las que se han añadido 359
observaciones enviadas libremente por diócesis, parroquias,
asociaciones eclesiales, grupos espontáneos de fieles, movimientos
y organizaciones civiles, etc... De ahí que el período
intersinodal, se haya revelado como ''una ocasión inapreciable de
escucha de lo que el Espíritu dice a la Iglesia en la pluralidad de
sus componentes''.
Por
último se refirió a la metodología de la próxima Asamblea
General, que hay que recordar, es Ordinaria y no Extraordinaria como
la anterior y que, obedeciendo sobre todo a las sugerencias de los
miembros sinodales, ''continuará con el proyecto de un desarrollo
del Sínodo en una línea dinámica y más adecuada a nuestros
tiempos''.
A
este propósito los padres sinodales han reiterado la necesidad de
evitar una larga serie de intervenciones individuales, como
sucedía en los sínodos anteriores, para asegurarse de que las
intervenciones estén mejor distribuidas en el tiempo y no todas
seguidas. También se ha solicitado la valorización de los Circuli
Minores y de reafirmar el principio del orden temático. Siguiendo
esta línea, las tres semanas del Sínodo se distribuirán de
acuerdo con las partes del documento Instrumentum Laboris, que son
también tres. La primera semana abordará la primera parte del
documento, la segunda se ocupará del discernimiento de la vocación
familiar y la tercera de la misión de la familia hoy. ''Al final de
la tercera semana -aclaró el prelado- se dedicará el tiempo
necesario para preparar el texto final del documento, que se
presentará a la Asamblea para su última puesta a punto, que se
integrará en el documento para ser sometido a la aprobación
final. Esta modalidad asegurará la intervención en el Aula a
cuantos tienen derecho a tomar la palabra, incluida la hora de final
de la jornada , y concederá más tiempo a los Circuli Minores. Se
prevé un documento final, que será entregado al Santo Padre''.
Por
cuanto respecta a la información, el cardenal recordó que el Papa
Francisco ha afirmado que ''el Sínodo es un espacio donde puede
actuar el Espíritu Santo y no un parlamento. Los Padres sinodales
están invitados a expresarse con parresia. Serán libres de
comunicar con los medios de comunicación a discreción y bajo su
responsabilidad''.
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