Ciudad
del Vaticano, 11 de junio 2015 (VIS).-La Expo 2015 de Milán celebra
hoy el Día Nacional de la Santa Sede, en el curso del cual han
intervenido esta mañana el cardenal Gianfranco Ravasi, Comisario
general de la Santa Sede en la Expo, el arzobispo Giovanni Angelo
Becciu, Substituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de
Estado, el cardenal .Angelo Bagnasco, Presidente de la Conferencia
Episcopal Italiana y el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán.
Esta tarde será el turno del ''Atrio de los Gentiles'' dedicado al
tema ''Los rostros de la tierra''.
En
el ámbito de la celebración el arzobispo Giovanni Angelo Becciu
ha pronunciado un discurso destacando que la Santa Sede considera
el vasto objetivo de garantizar un nivel adecuado de nutrición
como una necesidad real de las personas y por lo tanto, como
resultado de una verdadera condivisión, la misma que evidencia la
participación de tantos países en la Expo 2015 de Milán. ''Pero
una acción compartida cuya prioridad sea la reducción del número
de personas hambrientas -ha puntualizado- debe prever no sólo las
intervenciones en situaciones de emergencia, sino las actividades en
favor del desarrollo agrícola y su financiación en proporción a
las diferentes capacidades de los donantes y las necesidades de los
beneficiarios. Dar y recibir de acuerdo a la justicia, requiere una
formación de las conciencias a las exigencias del otro, de cada
uno, incluso cuando el problema está relacionado con el uso de la
tecnología, de su transferencia a las zonas más vulnerables y de la
capacidad de satisfacer las necesidades de los beneficiarios, sin
limitar sus prerrogativas, derechos y - no menos importante - hábitos
y culturas alimentarias. Un compromiso como ese exige a los
gobiernos, instituciones internacionales y organizaciones de la
sociedad civil involucradas en la seguridad alimentaria un trabajo
conjunto que preserve la diversidad, pero no la contraponga y
utilice para ello como única herramienta concreta el diálogo''.
''Las
religiones y sus tradiciones -añadió- saben muy bien que la
libertad del hambre también significa libertad de los conflictos y
prevención de la guerra como recuerda, en las letanías de los
santos la Iglesia católica asociando en la invocación para la
liberación, la enfermedad y el hambre a la guerra "a peste,
fame et bello libera nos, Domine".
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