Ciudad
del Vaticano, 21 enero 2015
(VIS).-Antes de dirigirse al Aula Pablo VI para celebrar la Audiencia
general como cada miércoles, el Papa, siguiendo una tradición
centenaria, bendijo dos corderos en el atrio de la Domus Sanctae
Marthae cuya lana se empleará para confeccionar los palios impuestos
a los nuevos arzobispos el 29 de junio durante la solemnidad de los
Santos Pedro y Pablo.
Francisco
dedicó la audiencia de hoy para hablar de su viaje apostólico a Sri
Lanka y Filipinas. ''Conservaré siempre en el corazón -confesó- el
recuerdo del festejo de la acogida por parte de la multitud''. El
Papa contó que el momento culminante en Sri Lanka fue la
canonización del misionero Joseph Vaz. ''Su ejemplo de santidad y
amor al prójimo -dijo- continúa inspirando a la Iglesia de Sri
Lanka en su apostolado de caridad y educación''. Asimismo añadió
haber indicado al santo como modelo para todos los cristianos,
llamados hoy a proponer la verdad salvífica del Evangelio, en un
contexto multireligioso. Sobre el encuentro con las Autoridades
gobernativas dijo haber destacado la importancia del diálogo, el
respeto por la dignidad humana, el esfuerzo por involucrar a todos
para encontrar soluciones adecuadas para la reconciliación y el bien
común.
Habló
también de su encuentro con los exponentes religiosos en el que se
confirmaron las buenas relaciones que ya existen entre las diferentes
comunidades. ''En este contexto, he querido fomentar la cooperación
ya emprendida entre los seguidores de diferentes tradiciones
religiosas, -añadió- con el fin de poder curar con el bálsamo del
perdón a los que todavía están afligidos por los sufrimientos de
los últimos años''.
En
Filipinas ''he destacado la fecundidad constante del Evangelio y su
capacidad de inspirar a una sociedad digna del hombre, en la que hay
sitio para la dignidad de todos y para las inspiraciones del pueblo
filipino''. Reiteró que el principal propósito de la visita a
Filipinas fue poder expresar su cercanía a los hermanos y hermanas
que han sufrido la devastación del tifón Yolanda. Francisco también
recordó a Kristel, la voluntaria que falleció a causa del mal
tiempo en Tacloban. ''El poder del amor de Dios, revelada en el
misterio de la Cruz, se hizo evidente en el espíritu de la
solidaridad mostrada por los muchos actos de caridad y sacrificio que
marcaron esos días oscuros''.
El
Papa habló de su encuentro con las familias en Manila. ''He oído
que las familias con muchos hijos y el nacimiento de tantos niños es
una de las causas de la pobreza. Me parece una opinión simplista.
Puedo decir que la principal causa de la pobreza es un sistema
económico que ha quitado del centro a la persona y ha colocado al
dios del dinero; un sistema económico que excluye y que crea la
cultura del descarte que vivimos... es necesario proteger a las
familias que se enfrentan a varias amenazas, para que puedan ser
testigos de la belleza de la familia en el plan de Dios''.
Por
último dedicó unas palabras a su encuentro con los jóvenes. ''He
querido apoyar sus esfuerzos para contribuir a la renovación de la
sociedad, especialmente a través del servicio a los pobres y la
protección del medio ambiente natural. El cuidado de los pobres
-finalizó- es un elemento esencial de nuestra vida y el testimonio
cristiano; la corrupción roba a los pobres y requiere una cultura
honesta''.
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