Ciudad
del Vaticano, 20 febrero 2014
(VIS).-”Es la primera vez que todo el Colegio Cardenalicio se reúne
en torno su persona, con la alegría de acoger su invitación a
participar en un consistorio extraordinario”. Con estas palabras
que el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio, ha
dirigido al Papa Francisco se ha abierto esta mañana en el Aula
Nueva del Sínodo el consistorio extraordinario sobre la familia, que
concluirá mañana por la tarde.
El
cardenal Sodano, recordando a los purpurados que no han podido venir
a Roma por motivos de edad o de salud ha afirmado que todos ellos
“han asegurado su cercanía espiritual y así todos los sentimos
presentes y desde esta Aula les enviamos un saludo fraternal”.
Para
hacer frente a un reto pastoral tan importante como el de la familia,
tanto en este consistorio como más tarde en el próximo sínodo,
“los Pastores de la Iglesia -ha dicho a continuación- quieren
asegurar al Papa que no le faltará esa ayuda que ya Pablo Vi después
del Concilio Vaticano II decía que se esperaba de los obispos,
esperando que no careciera nunca de “la tranquilidad de su
presencia, la ayuda de su prudencia y experiencia, la seguridad de su
consejo y el apoyo de su autoridad”.
“Santo
Padre -ha concluido- ciertamente no le faltará el apoyo de los
padres cardenales que quieren afrontar con una visión de fe y de
esperanza esta compleja estación de la historia humana”.
Acto
seguido el Papa Francisco ha tomado la palabra para saludar a los
presentes y dar gracias con ellos al Señor “que nos concede estos
días para encontrarnos y trabajar juntos. Damos la bienvenida
especialmente a los hermanos que este sábado serán creados
cardenales, y los acompañamos con la oración y el afecto fraterno”
“En
estos días -ha proseguido- reflexionaremos de modo particular sobre
la familia, que es la célula básica de la sociedad humana. El
Creador ha bendecido desde el principio al hombre y a la mujer para
que fueran fecundos y se multiplicaran sobre la tierra; así, la
familia representa en el mundo como un reflejo de Dios, Uno y Trino”.
“Nuestra
reflexión tendrá siempre presente la belleza de la familia y del
matrimonio, la grandeza de esta realidad humana, tan sencilla y a la
vez tan rica, llena de alegrías y esperanzas, de fatigas y
sufrimientos, como toda la vida. Trataremos de profundizar en la
teología de la familia, y en la pastoral que debemos emprender en
las condiciones actuales. Hagámoslo con profundidad y sin caer en la
casuística, porque esto haría reducir inevitablemente el nivel de
nuestro trabajo. Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo
que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es
formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto
para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad. Se nos pide
que realcemos el plan luminoso de Dios sobre la familia, y ayudemos a
los cónyuges a vivirlo con alegría en su vida, acompañándoles en
sus muchas dificultades con una pastoral inteligente, valiente y
llena de amor”.
Finalizado
su saludo, el Santo Padre, ha invitado al cardenal Walter Kasper,
presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la
Unidad de los Cristianos, a leer la relación introductoria del
consistorio.
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