Ciudad
del Vaticano, 8 de septiembre 2013 (VIS).-”Quisiera dar las gracias
a todos aquellos que, de una u otra forma, se unieron a la vigilia de
oración y ayuno de ayer en la noche. Gracias a las numerosas
personas que han ofrecido sus sufrimientos. Gracias a las autoridades
civiles, a los miembros de otras comunidades cristianas y de otras
religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad que han
vivido, con este motivo, momentos de oración, ayuno y reflexión”,
ha dicho el Papa después de rezar el Angelus.
“El
compromiso continúa: ¡Sigamos con la oración y con las obras de
paz! Les invito a seguir rezando para que cese inmediatamente la
violencia y la devastación en Siria y para que se trabaje con
renovado empeño por una justa solución al conflicto fratricida.
Pidamos también por los otros países de Oriente Medio,
especialmente por el Líbano, para que encuentre la anhelada
estabilidad y siga siendo modelo de convivencia; por Iraq, para que
la violencia sectaria deje paso a la reconciliación; y por el
proceso de paz entre israelitas y palestinos, para que avance con
determinación y audacia. Pidamos también por Egipto, para que todos
los egipcios, musulmanes y cristianos, se comprometan a construir
juntos la sociedad buscando el bien de toda la población”.
“¡La
búsqueda de la paz es un camino largo y requiere paciencia y
perseverancia! ¡Sigamos rezando!”.
Por
último, ha recordado que ayer en Rovigo (Italia) fue proclamada
beata María Bolognese, fiel laica de esa región, nacida en 1924 y
fallecida en 1980. “Dedicó toda su vida -ha dicho el Papa- al
servicio de los demás, sobre todo de los pobres y enfermos,
soportando grandes sufrimientos en profunda unión con la pasión de
Cristo. Demos gracias a Dios por esta testigo del Evangelio”.
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