Ciudad
del Vaticano, 4 abril 2013
(VIS).-La famosa tumba etrusca Regolini-Galassi ha recobrado su
aspecto original en los Museos Vaticanos gracias al proyecto
“Etruscanning”. Hoy se ha inaugurado en esa sede la instalación
de realidad virtual dedicada a la reconstrucción de la tumba
descubierta intacta en 1836 en la necrópolis de Cerveteri (Italia)
cuyo ajuar funerario se encuentra en el Museo Gregoriano Etrusco
(Museos Vaticanos).
La
instalación forma parte del “Etruscanning” 3D, iniciativa
europea (Framework Culture 2007) para la experimentación de
tecnología digital innovadora encaminada a la documentación de la
cultura etrusca. El proyecto se avale de la colaboración del Alliard
Pierson Museum (Museo Arqueológico de la Universidad de Amsterdam);
el Museo Nacional de Arte Antigua, de Leiden (Países Bajos); el
Museo Galo Romano de Tongeren (Bélgica) el CNR-ITABC (Italia) y de
la compañía Visual Dimension de Ename (Bélgica). Con ellos se
asocian los Museos Vaticanos y la Superintendencia arqueológica para
Etruria Meridional,
La
Regolini-Galassi se puede visitar actualmente en la necrópolis de
Cerveteri solo con petición previa. En la instalación de los Museos
Vaticanos ha sido reconstruida en 3D, tal y como debía ser en la
época etrusca (mitad del VII a.d.C), poco antes de su cierre. Dentro
se han colocado virtualmente los objetos del ajuar funerario que
convierten a esta tumba en una de las más interesantes del período
etrusco orientalizante. La contextualización virtual de los objetos
no ha sido fácil ya que todavía hay muchas dudas sobre su posición
original. Durante el descubrimiento, el contexto arqueológico no se
documentó con método y los dibujos y bocetos se realizaron después
de que las piezas habían sido ya removidas del lugar que ocupaban.
Por eso ha sido necesario recuperar e interpretar las diversas
fuentes iconográficas y documentales con el fin de llevar a cabo una
reconstrucción plausible. En este caso, el 3D se ha utilizado no
sólo como vehículo de divulgación y comunicación, sino también
como herramienta de comprobación e interpretación.
Al
igual que la tumba, los objetos conservados en los Museos Vaticanos
se han reconstruido en 3D mediante técnicas de fotogrametría y
gráfica de ordenador. Aunque estuvieran, en la mayor parte, bien
conservados han sido objeto de una cuidadosa restauración digital
basada en la observación, el estudio de las fuentes y el análisis
de casos comparativos. Algunas decoraciones dudosas se han
reintegrado con una buena dosis de credibilidad y los materiales se
han devuelto virtualmente al que podía ser su estado original.
El
elemento más innovador es la interacción: el público tendrá la
posibilidad de explorar el espacio reconstruido virtualmente, de
acercarse a los objetos, de tocarlos y de escuchar las voces de los
difuntos (una mujer de rango principesco y un hombre incinerado en la
celda de la derecha). Todo ello sin utilizar joystick, mouse,
teclados o consolas sino solo con el movimiento del cuerpo,
situándose ante el lugar de proyección. La aplicación se visualiza
con alta definición sobre una gran pantalla holográfica de unos 3
metros de anchura. Tiene dos “viewports” o ventanas principales.
La más grande está dedicada a la exploración de la tumba con los
objetos situados en el interior; la segunda tiene un menú dinámico
de los objetos más cercanos al visitante a medida que se mueve en el
espacio virtual.
La
banda sonora se ha compuesto ex profeso para esta aplicación y
combina sonidos antiguos con el lenguaje musical contemporáneo, sin
intención filológica, sino sólo evocadora. Los timbres musicales
son en parte reales (flautas grabadas en directo), en parte
sintéticos (campanitas, tambores) mezclados con sonidos de la vida
real: carros, galope de caballos, fuego etc).
La
aplicación ha ganado el primer premio de la Muestra de Arqueología
Virtual Internacional (Archeovirtual) de Paestum (Italia) en 2012. El
galardón fue otorgado tanto por un comité científico internacional
como por el público.
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