Ciudad
del Vaticano, 28 de abril de 2013 (VIS).-Al final de la misa
celebrada con el rito de la Confirmación, el Santo Padre ha rezado
el Regina Coeli con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
“Antes
de concluir esta celebración -ha dicho- quiero confiar a la Virgen a
las personas que he confirmado y a todos vosotros. La Virgen María
nos enseña qué significa vivir en el Espíritu Santo y qué
significa acoger la novedad de Dios en nuestra vida. Ella concibió
a Jesús por obra del Espíritu, y cada cristiano, cada uno de
nosotros, está llamado a acoger la Palabra de Dios, a acoger a
Jesús dentro de sí y después a llevarlo a todos. María invocó al
Espíritu con los Apóstoles en el Cenáculo: también nosotros, cada
vez que nos reunimos en oración, estamos sostenidos por la presencia
espiritual de la Madre de Jesús, para recibir el don del Espíritu y
tener fuerza para testimoniar a Jesús resucitado”.
Después
de saludar con afecto a los peregrinos venidos de los cinco
continentes, el Papa ha recordado a las numerosas víctimas del
derrumbe de un edificio en Dhaka (Bangladesh) el pasado 24 de abril.
“Deseo elevar una oración por ellas.. Expreso mi solidaridad y mi
profunda cercanía a las familias que lloran a sus seres queridos y
dirijo desde lo más profundo de mi corazón un fuerte llamamiento
para que se tutelen siempre la dignidad y la seguridad del
trabajador”, ha concluido el Papa.
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