Ciudad
del Vaticano, 24 abril 2013
(VIS).-El Santo Padre presidió ayer - el día de su onomástico, San
Jorge- en la Capilla Paulina del Vaticano, una misa con los
cardenales residentes en Roma y les agradeció su presencia:
“Gracias -dijo- porque me encuentro muy bien acogido; me siento
bien con vosotros y me gusta”.
En
la homilía, Francisco, comentó la primera lectura de la liturgia de
hoy que narra la historia de los de los primeros cristianos escapados
de la persecución en Jerusalén y su llegada a Fenicia, Chipre y
Antioquía, donde empiezan a difundir la Buena Nueva también entre
los griegos. “En el momento en que estalla la persecución -dijo el
Papa- empieza la actividad misionera de la Iglesia”.
Pero
en Jerusalén no entendían cómo se podía predicar a los no judíos.
“Este hecho les puso un poco nerviosos y enviaron a Bernabé, “en
visita apostólica”. En sentido humorístico, podemos decir –ha
explicado Francisco- que la visita de Bernabé fue el inicio
teológico de la Congregación para la Doctrina de la Fe”. Pero
Bernabé observó “y vio que las cosas iban bien. La Iglesia es
así: Madre, Madre de más hijos, de muchos más hijos... se
convierte cada vez más en Madre ...que nos da la fe; la Madre que
nos da una identidad. Pero la identidad cristiana no es un carnet de
identidad: ...es la pertenencia a la Iglesia, porque todos ellos
pertenecían... a la Iglesia Madre. Porque, encontrar a Jesús fuera
de la Iglesia no es posible. El gran Papa Pablo VI dijo: "Es una
dicotomía absurda, querer vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a
Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia". Y la
Iglesia Madre que nos da Jesús nos da la identidad que no es sólo
un sello: es una pertenencia. Identidad significa pertenencia”.
El
Papa habló después de las tres ideas que le suscitaba el relato: la
primera era la del inicio de la misión, la segunda, la Iglesia como
Madre y la tercera, la alegría del evangelizador que siente Bernabé
cuando ve a la multitud inmensa que escucha la predicación. “Así
vive la Iglesia ... entre las persecuciones del mundo y el consuelo
del Señor... Si queremos recorrer el camino mundano, de la
negociación con el mundo, como hacían los Macabeos, nunca
tendremos el consuelo del Señor . Y si buscamos solo el consuelo,
será un consuelo superficial, ...un consuelo humano... La Iglesia
camina siempre entre la Cruz y la Resurrección. Este es el camino:
el que lo sigue no se equivoca”.
“Pensemos
hoy en la actividad misionera de la Iglesia: en aquellos
discípulos...que tuvieron el coraje de proclamar a Jesús a los
griegos; algo casi escandaloso en aquel momento. Pensemos en la
Madre Iglesia que crece, crece con nuevos hijos a los que da la
identidad de la fe, porque no se puede creer en Jesús sin la
Iglesia... Y pensemos en el consuelo que tuvo Bernabé “la dulce y
consoladora alegría de evangelizar”, pidiendo al Señor ese
fervor apostólico que nos lleve hacia delante, como hermanos:
Adelante, llevando el nombre de Jesús en el seno de la Santa Madre
Iglesia”.
Después
de la celebración eucarística, la Banda Musical de la Guardia Suiza
ofreció al Papa en el Patio de San Dámaso un breve concierto para
felicitarle el día de su santo.
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