Ciudad
del Vaticano, 26 marzo 2013
(VIS).-”Es necesario adoptar un tratado que prohíba la
transferencia de armas cuando este hecho acarrea violaciones de los
derechos humanos o humanitarios”, ha dicho el arzobispo Francis
Chullikatt, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones
Unidas durante la Conferencia Final de ese organismo sobre el Tratado
del Comercio de Armas, en curso hasta el 28 de marzo en Nueva York.
En
su intervención el arzobispo instó a las delegaciones de los
diversos países a trabajar juntas de forma consensual para dar vida
a un tratado histórico que controle el comercio internacional de
armas y recordó que desde el inicio de las negociaciones la Santa
Sede ha solicitado “"un Tratado sobre el comercio de armas
fuerte, eficaz y creíble que tenga un impacto real y duradero en
todos los pueblos que anhelan vivir en un mundo más seguro y
protegido."
Siempre
la Santa Sede ha subrayado que “un responsable sistema
internacional del comercio de armas debería proporcionar una fuerte
protección contra la transferencia de armas a aquellos países en
los que éstas se usen contra la población civil en violación de
los acuerdos internacionales en materia de leyes sobre derechos
humanitarios y humanos. Además, la Santa Sede ha pedido a las
delegaciones que reorienten la regulación del comercio de armas
pasando de una óptica que privilegia el mero interés económico a
otra que conceda importancia primordial a los intereses humanos y a
la protección de la vida humana y las familias” ha concluido el
prelado.
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