Ciudad
del Vaticano, 24 enero 2013
(VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha
tenido lugar la presentación del Mensaje de Benedicto XVI para la
XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra
este año el domingo12 de mayo, cuyo tema es: “Redes sociales,
portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización”.
Han intervenido el arzobispo Claudio Maria Celli, Presidente del
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y monseñor Paul
Tighe, Secretario del mismo dicasterio.
“El
Mensaje de esta Jornada Mundial - ha dicho el arzobispo Celli-
presenta una valoración positiva. aunque no ingenua, de los social
media. Son considerados como una oportunidad de diálogo y de debate
y se les reconoce la capacidad de reforzar los lazos de unidad entre
las personas y de promover eficazmente la armonía de la familia
humana. Este carácter positivo requiere, sin embargo, que se actúe
en el respeto de la privacidad, con responsabilidad y dedicación a
la verdad, y con autenticidad, dado que no se comparten solamente
informaciones y conocimientos, sino que, en substancia, comunicanos
una parte de nosotros mismos”.
“La
dinámica social de los social media -es oportuno subrayarlo- se
inserta en aquella, todavía más rica y profunda de la búsqueda
existencial del corazón humano. Hay un entrelazarse de preguntas y
respuestas que da sentido al camino del ser humano. En este contexto
el Papa toca un aspecto delicado de la cuestión, cuando habla de la
marea de las informaciones que arrolla “la voz discreta de la
razón”.
“El
tema de la Jornada actual habla de nuevos espacios de evangelización;
evangelización que es anuncio de la Palabra, que es anuncio de
Jesucristo. Es necesario recordar, a este propósito, cuanto escribía
Benedicto XVI en el Mensaje para la Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales en 2011, cuando subrayaba que no se trata
sólo de una expresión explícita de la fe, sino, substancialmente,
de un testimonio eficaz, esto es en la manera en que se comunican
“decisiones, preferencias, juicios que sean profundamente
coherentes con el Evangelio, aunque si no se habla de él de forma
explícita”.
A
continuación monseñor Tighe ha explicado que el Papa “da por
descontada la importancia del ambiente digital como una realidad en
la vida de muchas personas. No se trata de una suerte de mundo
paralelo, o solo virtual, sino de una ambiente existencial en que las
personas viven y se mueven. Se trata de un “continente” en que la
Iglesia debe estar presente y donde los creyentes, si quieren
resultar auténticos en su presencia, tendrán que intentar compartir
con los otros la fuente más profunda de su alegría y su esperanza,
Jesucristo. El foro creado por las redes sociales, nos permite
compartir la verdad que el Señor ha transmitido a su Iglesia,
escuchar a los demás, conocer sus intereses y preocupaciones,
comprender quienes son y que buscan”.
De
igual modo, el Santo Padre “individua algunos de los retos que
tenemos que enfrentar si queremos que nuestra presencia resulte
eficaz. Tenemos que mejorar nuestro conocimiento del lenguaje de las
redes sociales, un lenguaje que nace de una convergencia entre texto,
imagen y sonido, un lenguaje que se caracteriza por la brevedad y que
apunta, a involucrar los corazones y las mentes, pero también el
intelecto. A este propósito, el Papa nos exhorta a servirnos de
nuestro patrimonio cristiano, que es rico de signos, símbolos y
expresiones artísticas. Necesitamos recordar una verdad fundamental
de la comunicación: nuestro testimonio, -es decir, nuestras acciones
y nuestros modelos de comportamiento- es a menudo más elocuente que
nuestras palabras y declaraciones para expresar quienes somos y en
qué creemos. En ámbito digital, el Papa sugiere que la voluntad de
involucrarnos, con paciencia y respeto, en las preguntas y las dudas
de los que encontramos en las redes puede constituir una expresión
potente de nuestra atención y nuestra solicitud hacia ellos”.
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