Ciudad
del Vaticano,17 de junio (VIS).-Después de
rezar el Ángelus el Papa habló del Día Mundial del Refugiado,
iniciativa promovida por las Naciones Unidas, que se celebra el 20 de
junio “para llamar la atención de la comunidad internacional
sobre las condiciones de tantas personas, especialmente de las
familias, obligadas a escapar de su tierra y amenazadas por
conflictos armados y graves formas de violencia. Aseguro a estos
hermanas y hermanos, sometidos a duras pruebas, la oración y la
solicitud constante de la Santa Sede y espero que sus derechos se
respeten siempre y que puedan reunirse pronto con sus seres
queridos”.
“Hoy
en Irlanda -prosiguió- se clausura el Congreso Eucarístico
Internacional que durante esta semana transformó a Dublín en la
ciudad de la Eucaristía, donde muchas personas se han recogido en
oración en presencia de Cristo en el Sacramento del altar. En el
misterio de la Eucaristía, Jesús quiso quedarse con nosotros para
hacernos entrar en comunión con Él y entre nosotros”.
Por
último, citó la beatificación, esta tarde en el pueblo italiano de
Nepi, de Cecilia Eusepi, fallecida a los18 años que quería ser
misionera, pero tuvo que dejar el convento a causa de una enfermedad
“ vivida con fe inquebrantable y demostrando gran capacidad de
sacrificio por la salvación de las almas”.
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