CIUDAD DEL VATICANO, 4 OCT 2011 (VIS).-El cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, S.D.B., representó al Santo Padre en la beatificación de Madre Antonia María Verna (1773-1838), celebrada el pasado domingo en la catedral de Ivrea (Italia).
En su homilía, el cardenal Bertone destacó la actualidad de la propuesta educativa de la nueva beata, que nos recuerda hoy la urgencia de una escuela en la que la dimensión religiosa pueda manifestar “todo su potencial positivo para un desarrollo humano pleno. Este aspecto es muy importante en nuestro tiempo (…). Con demasiada frecuencia parece que se tiene miedo a dejar espacio a la dimensión religiosa de la vida, ínsita en el corazón humano, y se desearía confinarla y esconderla en lo privado del individuo. Esta actitud empobrece enormemente el trabajo educativo”.
El mensaje de Madre Verna “invita a no tener miedo de educar para las opciones difíciles que Jesús no deja de proponer, en la Iglesia, en los caminos de las diversas vocaciones”. Fue una precursora que se ocupó de la educación y la formación de las jóvenes “para una verdadera promoción de la mujer en la sociedad de su tiempo”.
La escuela constituyó el punto central de la misión de la nueva beata: “En colaboración con las autoridades civiles de su tiempo, Madre Antonia trabajó (…) por una escuela que pudiera alcanzar al mayor número posible de niños y que los ayudase a desarrollar todas las dimensiones de su personalidad de modo completo y armónico”.
Para el cardenal Bertone, la experiencia de la nueva beata y de su congregación religiosa (Hermanas de la caridad de la Inmaculada Concepción de Ivrea), con su larga tradición de escuelas para la infancia y superiores, “nos interpela hoy más que nunca sobre el papel de una escuela libre y concertada como presencia que enriquece el ámbito educativo de una nación”. De las escuelas donde operan las Hermanas de Ivrea en Europa, América, Oriente Medio y Africa han salido generaciones de enseñantes “que han sido auténticas educadoras cuya contribución al desarrollo cultural y social de sus respectivos países es difícil de valorar y a menudo se olvida”.
Mañana miércoles, una delegación diocesana encabezada por el obispo de Ivrea, Arrigo Miglio, participará en la audiencia general del Papa Benedicto XVI como muestra de agradecimiento.
SS/ VIS 20111004 (350)
En su homilía, el cardenal Bertone destacó la actualidad de la propuesta educativa de la nueva beata, que nos recuerda hoy la urgencia de una escuela en la que la dimensión religiosa pueda manifestar “todo su potencial positivo para un desarrollo humano pleno. Este aspecto es muy importante en nuestro tiempo (…). Con demasiada frecuencia parece que se tiene miedo a dejar espacio a la dimensión religiosa de la vida, ínsita en el corazón humano, y se desearía confinarla y esconderla en lo privado del individuo. Esta actitud empobrece enormemente el trabajo educativo”.
El mensaje de Madre Verna “invita a no tener miedo de educar para las opciones difíciles que Jesús no deja de proponer, en la Iglesia, en los caminos de las diversas vocaciones”. Fue una precursora que se ocupó de la educación y la formación de las jóvenes “para una verdadera promoción de la mujer en la sociedad de su tiempo”.
La escuela constituyó el punto central de la misión de la nueva beata: “En colaboración con las autoridades civiles de su tiempo, Madre Antonia trabajó (…) por una escuela que pudiera alcanzar al mayor número posible de niños y que los ayudase a desarrollar todas las dimensiones de su personalidad de modo completo y armónico”.
Para el cardenal Bertone, la experiencia de la nueva beata y de su congregación religiosa (Hermanas de la caridad de la Inmaculada Concepción de Ivrea), con su larga tradición de escuelas para la infancia y superiores, “nos interpela hoy más que nunca sobre el papel de una escuela libre y concertada como presencia que enriquece el ámbito educativo de una nación”. De las escuelas donde operan las Hermanas de Ivrea en Europa, América, Oriente Medio y Africa han salido generaciones de enseñantes “que han sido auténticas educadoras cuya contribución al desarrollo cultural y social de sus respectivos países es difícil de valorar y a menudo se olvida”.
Mañana miércoles, una delegación diocesana encabezada por el obispo de Ivrea, Arrigo Miglio, participará en la audiencia general del Papa Benedicto XVI como muestra de agradecimiento.
SS/ VIS 20111004 (350)
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