CIUDAD DEL VATICANO, 4 JUL 2011 (VIS).-La Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió a mediodía el siguiente comunicado con referencia a la ordenación episcopal del sacerdote Paul Lei Shiyin, conferida sin mandato apostólico, que tuvo lugar el 29 de junio en la diócesis de Leshan, provincia de Sichuan en China continental.
1) Don Ley Shiyin, ordenado sin mandato pontificio y por tanto ilegítimamente, carece de la autoridad de gobernar la comunidad católica diocesana, y la Santa Sede no lo reconoce como obispo de la diócesis de Leshan. Siguen en pie los efectos de la sanción en que ha incurrido por violación de la norma del canon 1382 del Código de Derecho Canónico. El mismo don Lei Shiyin fue informado desde hace tiempo de que no podía ser aceptado por la Santa Sede como candidato episcopal, a causa de motivos comprobados y muy graves.
2) Los obispos consagrantes se han expuesto a graves sanciones canónicas, previstas por la ley de la Iglesia ( en particular el canon 1382 del Código de Derecho Canónico; cfr Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del 6 de junio de 2011).
3) Una ordenación episcopal sin mandato pontificio se opone directamente al papel espiritual del Sumo Pontífice y perjudica la unidad de la Iglesia. La ordenación de Leshan ha sido un acto unilateral que siembra división y, desgraciadamente, produce laceraciones y tensiones en la comunidad católica en China. La supervivencia y el desarrollo de la Iglesia tienen solamente lugar en la unión a aquel, en primer lugar, está confiada la Iglesia entera, y no sin su consentimiento, como en cambio ha ocurrido con Leshan. Si se quiere que la Iglesia en China sea católica, se deben respetar la doctrina y la disciplina de la Iglesia.
4) La ordenación episcopal de Leshan ha amargado profundamente al Santo Padre, que desea manifestar a los amados fieles de China una palabra de aliento y de esperanza, invitándolos a rezar y a estar unidos.
OP/ VIS 20110704 (340)
1) Don Ley Shiyin, ordenado sin mandato pontificio y por tanto ilegítimamente, carece de la autoridad de gobernar la comunidad católica diocesana, y la Santa Sede no lo reconoce como obispo de la diócesis de Leshan. Siguen en pie los efectos de la sanción en que ha incurrido por violación de la norma del canon 1382 del Código de Derecho Canónico. El mismo don Lei Shiyin fue informado desde hace tiempo de que no podía ser aceptado por la Santa Sede como candidato episcopal, a causa de motivos comprobados y muy graves.
2) Los obispos consagrantes se han expuesto a graves sanciones canónicas, previstas por la ley de la Iglesia ( en particular el canon 1382 del Código de Derecho Canónico; cfr Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos del 6 de junio de 2011).
3) Una ordenación episcopal sin mandato pontificio se opone directamente al papel espiritual del Sumo Pontífice y perjudica la unidad de la Iglesia. La ordenación de Leshan ha sido un acto unilateral que siembra división y, desgraciadamente, produce laceraciones y tensiones en la comunidad católica en China. La supervivencia y el desarrollo de la Iglesia tienen solamente lugar en la unión a aquel, en primer lugar, está confiada la Iglesia entera, y no sin su consentimiento, como en cambio ha ocurrido con Leshan. Si se quiere que la Iglesia en China sea católica, se deben respetar la doctrina y la disciplina de la Iglesia.
4) La ordenación episcopal de Leshan ha amargado profundamente al Santo Padre, que desea manifestar a los amados fieles de China una palabra de aliento y de esperanza, invitándolos a rezar y a estar unidos.
OP/ VIS 20110704 (340)
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