CIUDAD DEL VATICANO, 26 NOV 2010 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a trescientos representantes de la Federación Italiana de Semanarios Católicos, que desde 1966 agrupa a los órganos de información diocesana y de inspiración católica de la península.
En su discurso el Papa afirmó que con la creación de canales de comunicación entre los diversos organismos de la prensa local se “respondía a la exigencia de promover la colaboración (...) para aumentar la eficacia y el carácter incisivo del anuncio del mensaje evangélico. Esta es la función peculiar de los periódicos de inspiración católica: anunciar la Buena Nueva a través de la narración de los hechos concretos que viven las comunidades cristianas y de las situaciones reales en que se insertan”.
“Uno de los retos culturales más importantes de la post-modernidad es el modo de entender la verdad”, añadió el Santo Padre. “La cultura dominante, la más difundida en el areópago mediático, adopta frente a la verdad una actitud escéptica y relativista, considerándola una más entre las opiniones y pensando, en consecuencia, que hay muchas “verdades” posibles y legítimas. Pero el deseo profundo del corazón del ser humano atestigua la imposibilidad de contentarse con verdades parciales. (...) La verdad que anhela el ser humano es una persona: el Señor Jesús. En el encuentro con esa Verdad (...) hallamos la paz y la felicidad verdaderas. La misión de la Iglesia consiste en crear las condiciones para que se realice el encuentro del ser humano con Cristo”.
“Colaborando en esta tarea los órganos de información están llamados a servir con valor a la verdad, para ayudar a la opinión pública a observar y a leer la realidad desde un punto de vista evangélico. Se trata de presentar las razones de la fe que, en cuanto tales, van más allá de cualquier visión ideológica y tienen pleno derecho de ciudadanía en el debate público. De esta exigencia nace vuestro compromiso constante de dar voz a un punto de vista que refleje el pensamiento católico en todas las cuestiones éticas y sociales”.
“Seguid siendo periódicos de la gente, que quieren favorecer un diálogo auténtico entre las diversas instancias sociales, palestras de confrontación y debate leal entre opiniones diversas”, concluyó el pontífice. “De esa forma los periódicos católicos, mientras cumplen la importante misión de informar, desempeñan, al mismo tiempo, una función formativa insustituible, promoviendo una inteligencia evangélica de la realidad compleja y educando conciencias críticas y cristianas”.
AC/ VIS 20101126 (410)
En su discurso el Papa afirmó que con la creación de canales de comunicación entre los diversos organismos de la prensa local se “respondía a la exigencia de promover la colaboración (...) para aumentar la eficacia y el carácter incisivo del anuncio del mensaje evangélico. Esta es la función peculiar de los periódicos de inspiración católica: anunciar la Buena Nueva a través de la narración de los hechos concretos que viven las comunidades cristianas y de las situaciones reales en que se insertan”.
“Uno de los retos culturales más importantes de la post-modernidad es el modo de entender la verdad”, añadió el Santo Padre. “La cultura dominante, la más difundida en el areópago mediático, adopta frente a la verdad una actitud escéptica y relativista, considerándola una más entre las opiniones y pensando, en consecuencia, que hay muchas “verdades” posibles y legítimas. Pero el deseo profundo del corazón del ser humano atestigua la imposibilidad de contentarse con verdades parciales. (...) La verdad que anhela el ser humano es una persona: el Señor Jesús. En el encuentro con esa Verdad (...) hallamos la paz y la felicidad verdaderas. La misión de la Iglesia consiste en crear las condiciones para que se realice el encuentro del ser humano con Cristo”.
“Colaborando en esta tarea los órganos de información están llamados a servir con valor a la verdad, para ayudar a la opinión pública a observar y a leer la realidad desde un punto de vista evangélico. Se trata de presentar las razones de la fe que, en cuanto tales, van más allá de cualquier visión ideológica y tienen pleno derecho de ciudadanía en el debate público. De esta exigencia nace vuestro compromiso constante de dar voz a un punto de vista que refleje el pensamiento católico en todas las cuestiones éticas y sociales”.
“Seguid siendo periódicos de la gente, que quieren favorecer un diálogo auténtico entre las diversas instancias sociales, palestras de confrontación y debate leal entre opiniones diversas”, concluyó el pontífice. “De esa forma los periódicos católicos, mientras cumplen la importante misión de informar, desempeñan, al mismo tiempo, una función formativa insustituible, promoviendo una inteligencia evangélica de la realidad compleja y educando conciencias críticas y cristianas”.
AC/ VIS 20101126 (410)
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