CIUDAD DEL VATICANO, 11 NOV 2010 (VIS).-El Santo Padre ha enviado un mensaje al Presidente de la República de Corea, Lee Myung-bak, con motivo de la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno de los países más industrializados del mundo (G-20) que se inaugura hoy en Seúl.
Esa reunión, escribe el pontífice, “no solo es de importancia mundial, sino que expresa claramente la importancia y responsabilidad que Asia ha adquirido en la escena internacional a principios del siglo XXI”.
“La Iglesia católica, de acuerdo con su naturaleza específica, siente y comparte las preocupaciones de los líderes que participarán en la cumbre de Seúl. Por lo tanto, animo a hacer frente a los numerosos y graves problemas a los que se enfrenta -y a los que de alguna manera se enfrenta hoy todo ser humano-, teniendo en cuenta las razones profundas de la crisis económica y financiera y teniendo en la debida consideración las repercusiones de las medidas adoptadas para superar la crisis y buscar soluciones duraderas, sostenibles y justas”.
“En ese sentido, espero que haya una plena conciencia de que las soluciones adoptadas funcionarán solamente si, en última instancia, su objetivo es alcanzar la misma meta: el desarrollo auténtico e integral del ser humano. La atención mundial está centrada en vosotros y espera que se adopten soluciones apropiadas para superar la crisis, con acuerdos comunes que no favorezcan a algunos países a expensas de los demás”.
MESS/ VIS 20101111 (250)
Esa reunión, escribe el pontífice, “no solo es de importancia mundial, sino que expresa claramente la importancia y responsabilidad que Asia ha adquirido en la escena internacional a principios del siglo XXI”.
“La Iglesia católica, de acuerdo con su naturaleza específica, siente y comparte las preocupaciones de los líderes que participarán en la cumbre de Seúl. Por lo tanto, animo a hacer frente a los numerosos y graves problemas a los que se enfrenta -y a los que de alguna manera se enfrenta hoy todo ser humano-, teniendo en cuenta las razones profundas de la crisis económica y financiera y teniendo en la debida consideración las repercusiones de las medidas adoptadas para superar la crisis y buscar soluciones duraderas, sostenibles y justas”.
“En ese sentido, espero que haya una plena conciencia de que las soluciones adoptadas funcionarán solamente si, en última instancia, su objetivo es alcanzar la misma meta: el desarrollo auténtico e integral del ser humano. La atención mundial está centrada en vosotros y espera que se adopten soluciones apropiadas para superar la crisis, con acuerdos comunes que no favorezcan a algunos países a expensas de los demás”.
MESS/ VIS 20101111 (250)
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