CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUL 2010 (VIS).-El Santo Padre asistió ayer tarde en la Sala de los Suizos del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo a la proyección de la película “Cinco años del Papa Benedicto XVI”, del director alemán Michael Mandlik y producida por la Bayerischer Rundfunk.
Al final del filme el Papa dio las gracias a todos los que habían colaborado en la realización de “este extraordinario viaje espiritual” que rememora momentos claves de la vida del Santo Padre y de la Iglesia.
“También hoy la Iglesia -dijo Benedicto XVI-, aunque sufra tanto, como todos sabemos, es una iglesia alegre, no una Iglesia envejecida, una Iglesia joven donde la fe crea alegría. (...) Hemos visto en esta película la riqueza de la vida de la Iglesia, la multiplicidad de las culturas, de los carismas y dones diversos que viven en ella y cómo, en esta multiplicidad y en esta diversidad viva siempre la misma y única Iglesia”.
“Me ha emocionado mucho -agregó el pontífice- recordar algunos momentos, sobre todo cuando el Señor puso sobre mis hombros el servicio petrino, un peso que ninguno podría llevar solamente con sus fuerzas, sino porque el Señor nos lleva y me lleva”. En este sentido, el Papa afirmó también que la película muestra cómo el servicio petrino conlleva el mandato de “expresar y hacer visible y concreta la unidad (de la Iglesia) en la multiplicidad histórica”.
BXVI-FILME/ VIS 20100730 (250)
Al final del filme el Papa dio las gracias a todos los que habían colaborado en la realización de “este extraordinario viaje espiritual” que rememora momentos claves de la vida del Santo Padre y de la Iglesia.
“También hoy la Iglesia -dijo Benedicto XVI-, aunque sufra tanto, como todos sabemos, es una iglesia alegre, no una Iglesia envejecida, una Iglesia joven donde la fe crea alegría. (...) Hemos visto en esta película la riqueza de la vida de la Iglesia, la multiplicidad de las culturas, de los carismas y dones diversos que viven en ella y cómo, en esta multiplicidad y en esta diversidad viva siempre la misma y única Iglesia”.
“Me ha emocionado mucho -agregó el pontífice- recordar algunos momentos, sobre todo cuando el Señor puso sobre mis hombros el servicio petrino, un peso que ninguno podría llevar solamente con sus fuerzas, sino porque el Señor nos lleva y me lleva”. En este sentido, el Papa afirmó también que la película muestra cómo el servicio petrino conlleva el mandato de “expresar y hacer visible y concreta la unidad (de la Iglesia) en la multiplicidad histórica”.
BXVI-FILME/ VIS 20100730 (250)
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