CIUDAD DEL VATICANO, 28 MAY 2010 (VIS).-Théodore Loko, primer embajador de Benin, residente en Roma, ante la Santa Sede presentó esta mañana sus cartas credenciales al Santo Padre.
El diplomático había recordado en su discurso al cardenal beninés Bernardin Gantin, fallecido hace dos años y que fue prefecto de la Congregación de los Obispos. El Papa se refirió al purpurado como “un auténtico constructor de puentes entre las culturas y los continentes” y afirmó que su ejemplo llevará a los hombres y las mujeres de la iglesia en Benin a “cumplir un servicio cada vez más generoso y responsable en favor de la nación que celebrará el próximo año el 150 aniversario de su evangelización”.
Benedicto XVI habló después de la importancia de la “Conferencia de Fuerzas Vivas de la Nación”, celebrada hace veinte años. “Aquel acontecimiento –dijo- que no era solamente político, sino que testimoniaba igualmente la estrecha relación entre la fe y su expresión en la vida pública en Benin ha determinado vuestro futuro y sigue inspirando vuestro presente. Pido a Dios que bendiga los esfuerzos de todos aquellos que trabajan para construir una sociedad construida sobre la justicia y la paz, que reconoce los derechos de todos los miembros de la nación”.
“Protagonistas de su propio destino, los benineses están invitados a promover una auténtica fraternidad. Es una condición esencial para la paz social y un factor de promoción humana integral”, dijo el Papa exhortando a Benin a recurrir a los valores enraizados en su tradición entre los que destacan “el respeto del carácter sacro de la vida, con el que es necesario ser consecuentes ante todo lo que atenta contra él , sobre todo en el contexto de las leyes”.
Entre estos valores Benedicto XVI indicó también “la fraternidad” que “debe conducir también a la búsqueda de la justicia cuya ausencia es siempre causa de tensión social y da lugar a consecuencias nefastas”.
“La búsqueda del interés personal en detrimento del bien común es un mal que carcome poco a poco las instituciones públicas y frena, además, el pleno desarrollo de los seres humanos. Los protagonistas políticos, económicos y sociales de una nación son su “conciencia crítica” que garantiza la transparencia en sus estructuras y la ética que anima la vida de cualquier sociedad. Deben ser justos. La justicia acompaña siempre a la fraternidad”, recalcó el Papa..
“En el desarrollo de una sociedad, el trabajo ocupa un lugar prioritario (...) Gracias a él el ser humano puede satisfacer sus necesidades básicas y contribuir a la construcción de una sociedad próspera, justa y fraterna. El lema de Benin, “Fraternidad, Justicia, Trabajo” es un compendio de la Carta de una nación con altos ideales humanos. Su aplicación contribuye a la solidaridad con otras naciones”, subrayó Benedicto XVI agradeciendo, en este contexto a todos los benineses “ la fraternidad activa que han demostrado con el pueblo haitiano durante el reciente terremoto”.
Por último, el pontífice saludó a la comunidad católica de Benin a la que animó a ser cada vez más “auténtica testigos de la fe y el amor fraternal que Cristo nos enseña”.
“También quiero agradecer –concluyó- los esfuerzos de todos, especialmente de las autoridades, para fortalecer las relaciones de respeto y la estima entre las religiones en su país. La libertad de religión contribuye a enriquecer la democracia y promover el desarrollo”.
CD/ VIS 20100528 (560)
El diplomático había recordado en su discurso al cardenal beninés Bernardin Gantin, fallecido hace dos años y que fue prefecto de la Congregación de los Obispos. El Papa se refirió al purpurado como “un auténtico constructor de puentes entre las culturas y los continentes” y afirmó que su ejemplo llevará a los hombres y las mujeres de la iglesia en Benin a “cumplir un servicio cada vez más generoso y responsable en favor de la nación que celebrará el próximo año el 150 aniversario de su evangelización”.
Benedicto XVI habló después de la importancia de la “Conferencia de Fuerzas Vivas de la Nación”, celebrada hace veinte años. “Aquel acontecimiento –dijo- que no era solamente político, sino que testimoniaba igualmente la estrecha relación entre la fe y su expresión en la vida pública en Benin ha determinado vuestro futuro y sigue inspirando vuestro presente. Pido a Dios que bendiga los esfuerzos de todos aquellos que trabajan para construir una sociedad construida sobre la justicia y la paz, que reconoce los derechos de todos los miembros de la nación”.
“Protagonistas de su propio destino, los benineses están invitados a promover una auténtica fraternidad. Es una condición esencial para la paz social y un factor de promoción humana integral”, dijo el Papa exhortando a Benin a recurrir a los valores enraizados en su tradición entre los que destacan “el respeto del carácter sacro de la vida, con el que es necesario ser consecuentes ante todo lo que atenta contra él , sobre todo en el contexto de las leyes”.
Entre estos valores Benedicto XVI indicó también “la fraternidad” que “debe conducir también a la búsqueda de la justicia cuya ausencia es siempre causa de tensión social y da lugar a consecuencias nefastas”.
“La búsqueda del interés personal en detrimento del bien común es un mal que carcome poco a poco las instituciones públicas y frena, además, el pleno desarrollo de los seres humanos. Los protagonistas políticos, económicos y sociales de una nación son su “conciencia crítica” que garantiza la transparencia en sus estructuras y la ética que anima la vida de cualquier sociedad. Deben ser justos. La justicia acompaña siempre a la fraternidad”, recalcó el Papa..
“En el desarrollo de una sociedad, el trabajo ocupa un lugar prioritario (...) Gracias a él el ser humano puede satisfacer sus necesidades básicas y contribuir a la construcción de una sociedad próspera, justa y fraterna. El lema de Benin, “Fraternidad, Justicia, Trabajo” es un compendio de la Carta de una nación con altos ideales humanos. Su aplicación contribuye a la solidaridad con otras naciones”, subrayó Benedicto XVI agradeciendo, en este contexto a todos los benineses “ la fraternidad activa que han demostrado con el pueblo haitiano durante el reciente terremoto”.
Por último, el pontífice saludó a la comunidad católica de Benin a la que animó a ser cada vez más “auténtica testigos de la fe y el amor fraternal que Cristo nos enseña”.
“También quiero agradecer –concluyó- los esfuerzos de todos, especialmente de las autoridades, para fortalecer las relaciones de respeto y la estima entre las religiones en su país. La libertad de religión contribuye a enriquecer la democracia y promover el desarrollo”.
CD/ VIS 20100528 (560)
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