CIUDAD DEL VATICANO, 26 ABR 2010 (VIS).-Hoy, domingo del Buen Pastor y Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, Benedicto XVI se asomó a mediodía a la ventana de su estudio para rezar el Regina Coeli con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El Papa citó el tema de la Jornada de este año “El testimonio suscita vocaciones” , “estrechamente ligado –dijo- a la vida y la misión de los sacerdotes y de los consagrados”.
“La primera forma de testimonio que suscita vocaciones es la oración “, prosiguió, invitando en primer lugar a los padres a que rezasen para que “el corazón de sus hijos se abra a la escucha del Buen Pastor” porque solo él “custodia su rebaño con ternura inmensa y lo defiende del mal y solamente en Él los fieles pueden depositar su plena confianza”.
“En esta Jornada de oración especial por las vocaciones – agregó el pontífice citando pasajes de la Carta de convocación del Año Sacerdotal- exhorto en particular a los ministros ordenados para que, impulsados por el Año sacerdotal, se sientan comprometidos en un testimonio evangélico más fuerte e incisivo en el mundo de hoy. Tienen que recordar que el sacerdote prosigue la obra de la Redención en la tierra y saber permanecer de buen grado ante el tabernáculo. Deben adherirse totalmente a su vocación y misión mediante una ascesis severa y hacerse disponibles a la escucha y al perdón. Tienen que formar cristianamente al pueblo que les ha sido confiado y cultivar la fraternidad sacerdotal”.
Después del Regina Coeli, Benedicto XVI habló de los dos sacerdotes proclamados beatos este domingo, respectivamente en Roma y en Barcelona (España): Angelo Paoli y José Tous y Soler. El primero fue “apóstol de la caridad en Roma, y le llamaban “padre de los pobres”. Se dedicó especialmente a los enfermos del Hospital de San Giovanni y a la cura de los convalecientes”.
José Tous y Soler, fundador de las Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor “no obstante numerosas pruebas y dificultades, nunca se dejó vencer por la amargura o el resentimiento” y “destacó por su caridad exquisita y su capacidad para soportar y comprender las deficiencias de los demás”.
Por último el Papa saludó especialmente a la asociación italiana Meter que “desde hace 14 años promueve la Jornada nacional para los niños víctimas de la violencia, la explotación y la indiferencia.”. “En esta ocasión – concluyó el pontífice-quiero agradecer y alentar sobre todo a los que se dedican a la prevención y la educación, en particular a los padres, maestros, y a tantos sacerdotes, monjas, catequistas y animadores que trabajan con los niños en las parroquias, escuelas y asociaciones”.
ANG/ VIS 20100426 (460)
El Papa citó el tema de la Jornada de este año “El testimonio suscita vocaciones” , “estrechamente ligado –dijo- a la vida y la misión de los sacerdotes y de los consagrados”.
“La primera forma de testimonio que suscita vocaciones es la oración “, prosiguió, invitando en primer lugar a los padres a que rezasen para que “el corazón de sus hijos se abra a la escucha del Buen Pastor” porque solo él “custodia su rebaño con ternura inmensa y lo defiende del mal y solamente en Él los fieles pueden depositar su plena confianza”.
“En esta Jornada de oración especial por las vocaciones – agregó el pontífice citando pasajes de la Carta de convocación del Año Sacerdotal- exhorto en particular a los ministros ordenados para que, impulsados por el Año sacerdotal, se sientan comprometidos en un testimonio evangélico más fuerte e incisivo en el mundo de hoy. Tienen que recordar que el sacerdote prosigue la obra de la Redención en la tierra y saber permanecer de buen grado ante el tabernáculo. Deben adherirse totalmente a su vocación y misión mediante una ascesis severa y hacerse disponibles a la escucha y al perdón. Tienen que formar cristianamente al pueblo que les ha sido confiado y cultivar la fraternidad sacerdotal”.
Después del Regina Coeli, Benedicto XVI habló de los dos sacerdotes proclamados beatos este domingo, respectivamente en Roma y en Barcelona (España): Angelo Paoli y José Tous y Soler. El primero fue “apóstol de la caridad en Roma, y le llamaban “padre de los pobres”. Se dedicó especialmente a los enfermos del Hospital de San Giovanni y a la cura de los convalecientes”.
José Tous y Soler, fundador de las Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor “no obstante numerosas pruebas y dificultades, nunca se dejó vencer por la amargura o el resentimiento” y “destacó por su caridad exquisita y su capacidad para soportar y comprender las deficiencias de los demás”.
Por último el Papa saludó especialmente a la asociación italiana Meter que “desde hace 14 años promueve la Jornada nacional para los niños víctimas de la violencia, la explotación y la indiferencia.”. “En esta ocasión – concluyó el pontífice-quiero agradecer y alentar sobre todo a los que se dedican a la prevención y la educación, en particular a los padres, maestros, y a tantos sacerdotes, monjas, catequistas y animadores que trabajan con los niños en las parroquias, escuelas y asociaciones”.
ANG/ VIS 20100426 (460)
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