EL CARDENAL ETCHEGARAY HABLA DEL ENCUENTRO CON SADDAM HUSSEIN

CIUDAD DEL VATICANO, 15 FEB 2003 (VIS) - Tras su encuentro con el presidente de Irak, Saddam Hussein, el cardenal Roger Etchegaray, enviado especial del Papa a ese país, efectuó la siguiente declaración a los periodistas reunidos en Bagdad:

"Comprendo que esperáis este momento con gran interés dada la importancia del encuentro del que acabo de salir. Por vuestra parte entendéis también que el car cter espiritual de mi misión da a mis palabras un tono particular al que, sin duda, no estáis acostumbrados. La Iglesia, en efecto, tiene una manera propia de hablar de la paz, de hacer la paz en medio de los que, a diverso título hoy se dedican a ello con tanta tenacidad. La Iglesia, según las palabras de Juan Pablo II, se hace portavoz de 'la conciencia moral de la humanidad en su estado puro, de una humanidad que desea la paz, que necesita la paz'.

"Con este espíritu me he encontrado con el presidente Saddam Hussein en torno a cuestiones concretas que no puedo mencionar por respeto a quien me ha enviado y a quien me ha recibido: se trata de verá si se ha hecho todo lo posible para garantizar la paz y restablecer un clima de confianza que permita a Irak encontrar el lugar que le corresponde en la comunidad internacional. El centro de nuestro encuentro era todo el pueblo irakí del que he podido constatar, desde Bagdad a Mossul, cuanto aspira a una paz justa y duradera tras tantos años de sufrimiento con los que el Papa y la Iglesia universal han demostrado siempre ser solidarios".

"En nombre del Papa, me atrevo a llamar a la conciencia de todos aquellos que, en estos días decisivos, determinan el futuro de la paz. Porque en definitiva, será la conciencia la que tenga la última palabra, más fuerte que todas las estrategias, todas las ideologías e incluso todas las religiones".

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