CIUDAD DEL VATICANO, 19 ENE 2003 (VIS) - Juan Pablo II recordó esta mañana a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus que ayer comenzó la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que todos los años se celebra del 18 al 25 de enero excepto en el hemisferio Sur donde tiene lugar alrededor de Pentecostés.
"Este año -explicó- el tema es 'Un tesoro en vasijas de barro', elegido de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios. En nuestros corazones resplandece el conocimiento de la gloria divina, que reluce en el rostro de Cristo; nosotros, en cambio, llevamos este tesoro 'en vasijas de barro', es decir en la fragilidad de nuestra condición humana, para que 'aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros'".
El Santo Padre subrayó que la meditación del día de hoy dentro de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos procedía también del mismo texto de San Pablo: 'Atribulados en todo, más no aplastados'. Sí, estamos atribulados por las divisiones, y son muchas las barreras que todavía nos separan. Pero no estamos aplastados, porque la gloria del Señor, que resplandece sobre nosotros sigue gui ndonos hacia la purificación y el perdón recíproco e infunde luz y fuerza a la oración que juntos elevamos a Dios, para que cure la herida de nuestra división".
El Papa recordó a los fieles que el 25 de enero clausurará la semana de oración presidiendo la celebración de las vísperas en la basílica de San Pablo Extramuros.
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