Ciudad
del Vaticano, 4 de julio de 2015 (Vis).-Unidad en la diversidad y
ecumenismo de la oración, de la palabra y de la sangre fueron los
temas claves del discurso improvisado que el Papa Francisco dirigió
ayer tarde a las decenas de miles de miembros de Renovación en el
Espíritu Santo, llegados a Roma con motivo de su trigésimo octavo
Congreso nacional (3-4 julio 2015) cuyo lema es “Caminos de unidad
y paz – Voces en oración por los mártires de hoy y por un
ecumenismo espiritual''. El encuentro comenzó a las 16 en la Plaza
de San Pedro y contó con la participación de los cardenales
Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias
Orientales, Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la
promoción de la Unidad de los Cristianos y Angelo Bagnasco,
Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, junto con los
Patriarcas Orientales ortodoxos y católicos, obispos anglicanos y
luteranos y pastores pentecostales.
En
su discurso el Papa subrayó que la unidad no significa
uniformidad. No se trata de una unidad esférica en la que cada
punto es ''equidistante del centro y no hay diferencia entre un punto
y otro. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de
todas las partes que en él conservan su originalidad y estos son los
carismas, en la unidad como en la diversidad... La distinción es
importante porque estamos hablando de la obra del Espíritu Santo, no
de la nuestra. Unidad en la diversidad de expresiones de la realidad,
tantas cómo el Espíritu Santo quiere suscitar''.
Otro
punto que el Santo Padre consideró muy importante aclarar fue el de
los líderes. ''Existe una gran tentación para los líderes –
señaló – la de creerse indispensables , la de resbalar poco a
poco en el autoritarismo, en el personalismo y no dejar vivir a
las comunidades renovadas en el Espíritu. Esta tentación hace que
sea "eterna" la posición de los que se consideran
insustituibles.. Tenemos que tener muy claro que el único
insustituible en la Iglesia es el Espíritu Santo, y que Jesús es
el único Señor. No hay otros. ... Se debe establecer un tiempo
limitado para los cargos , que son en realidad servicios. Un
servicio importante de los líderes laicos... es hacer crecer y
madurar espiritual y pastoralmente a los que ocuparán su lugar al
final de su servicio. Es conveniente que todos los servicios en la
Iglesia tengan una fecha tope, no hay líderes de por vida en la
Iglesia''.
El
Santo Padre pidió a los miembros de Renovación en el Espíritu
Santo que se comprometiesen a compartir con todos en la Iglesia el
bautismo recibido. ''Es el servicio más importante que podemos dar
a cada uno a la Iglesia -reiteró- Ayudar al pueblo de Dios en el
encuentro personal con Jesucristo, que nos transforma en hombres y
mujeres nuevos, en grupos pequeños, humildes pero eficaces, porque
el Espíritu es el que trabaja. No apuntéis mucho a las grandes
reuniones que a menudo terminan ahí, sino a las relaciones
''artesanales'', derivadas del testimonio, en la familia, en el
trabajo, en la vida social, en las parroquias, en grupos de oración,
¡con todo el mundo!''.
Otra
señal fuerte del Espíritu en la Renovación Carismática es la
búsqueda de la unidad del Cuerpo de Cristo. '' Vosotros, los
carismáticos -afirmó el Pontífice- tenéis la gracia especial de
orar y trabajar por la unidad de los cristianos, porque la corriente
de la gracia atraviesa todas las Iglesias cristianas. La unidad de
los cristianos es obra del Espíritu Santo y debemos rezar juntos...
Todos hemos recibido el mismo bautismo, todos seguimos el camino de
Jesús... Todos nos hemos dividido a lo largo de la historia, por
muchas razones, pero no es bueno. Pero ahora es el tiempo en que el
Espíritu nos hace pensar que estas divisiones... son un
antitestimonio, y debemos hacer todo lo posible para ir de la mano:
el ecumenismo espiritual, el ecumenismo de la oración, el ecumenismo
del trabajo, de la caridad juntos, de la lectura de la Biblia juntos.
Ir juntos hacia la unidad''.
También
hay otra unidad, la unidad de la sangre de los mártires que hoy nos
hace uno, el ecumenismo de la sangre. ''Sabemos que cuando antes de
matar a un cristiano los que odian a Jesucristo, no le preguntan:
"¿Usted es un luterano, un ortodoxo, un evangélico, un
baptista, un metodista?'' ¡Usted es cristiano! Y le cortan la
cabeza. Hace 50 años, el beato Pablo VI, en la canonización de los
jóvenes mártires de Uganda, recordó que por el mismo motivo habían
derramado su sangre sus compañeros catequistas anglicanos. Eran
cristianos, fueron mártires. Perdonad y no os escandalicéis ¡son
nuestros mártires! Porque dieron su vida por Cristo, y este es el
ecumenismo de la sangre. Hay que rezar recordando a nuestros
mártires comunes''.
Y
por último, ''la unidad en el trabajo con los pobres y necesitados,
que también necesitan el bautismo en el Espíritu Santo. Sería
bueno organizar seminarios de vida en el Espíritu, junto con otras
realidad cristiana carismáticas, por nuestros hermanos y hermanas
que viven en las calles: ellos también tienen el Espíritu dentro
que empuja, para que alguno, desde fuera, le abra la puerta''.
Antes
de la bendición final, el Papa invitó a los presentes a salir a
predicar la buena nueva de Jesús ' a los pobres, los marginados,
los ciegos, los enfermos, los presos, a todos los hombres y mujeres.
En cada uno está el Espíritu, en quien quiere ser ayudado a abrir
la puerta a revivirlo. Que el Señor os acompañe en esta misión,
siempre con la Biblia en la mano, siempre con el Evangelio en el
bolsillo, con la Palabra de Cristo''.
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