Ciudad
del Vaticano, 15 octubre 2014
(VIS).- El Santo Padre ha enviado un mensaje al obispo Jesús García
Burillo de Ávila en ocasión del V centenario del nacimiento de
Santa Teresa de Jesús, cuya festividad se celebra hoy. Francisco
evoca en su carta la alegría de la que tanto hablaba la santa ''que
se encuentra padeciendo trabajos y dolores''... y cómo recordaba a
todos que ''¡el Evangelio no es una bolsa de plomo que se arrastra
pesadamente, sino una fuente de gozo que llena de Dios el corazón y
lo impulsa a servir a los hermanos!''. Santa Teresa animaba a no
dejar de ''andar alegres'' y a rezar. Para ella el camino de la
oración era como un ''tratar de amistad estando muchas veces a solas
con quien sabemos nos ama''.
El
Papa destaca cómo estos consejos son de ''perenne actualidad''. ''En
una cultura de lo provisorio -dice-, vivan la fidelidad del ''para
siempre, siempre, siempre'', en un mundo sin esperanza, muestren la
fecundidad de un ''corazón enamorado'', y en una sociedad con tantos
ídolos, sean testigos de que ''sólo Dios basta''. Un camino del que
el Santo Padre ha afirmado que no podemos recorrer solos, sino
juntos, y cómo dijo la santa, junto a Cristo. ''Para ello, Teresa de
Jesús recomienda simplemente tres cosas: ''amarse mucho los unos a
los otros, desasirse de todo y verdadera humildad''.
¡Éste
es el realismo teresiano -escribe Francisco-, que exige obras en
lugar de emociones, y amor en vez de ensueños, el realismo del amor
humilde frente a un ascetismo afanoso!... y finaliza deseando que
''¡ojalá contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer los
caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el
Espíritu en el corazón!''
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