Ciudad
del Vaticano, 30 abril 2014
(VIS).- Prosiguiendo con la catequesis sobre los siete dones del
Espíritu Santo, el Papa Francisco se ha centrado en la audiencia
general de este miércoles sobre el intelecto. ''No se trata de la
inteligencia humana o de la capacidad intelectual de la que podemos
estar más o menos dotados -ha especificado-. Es una gracia que sólo
el Espíritu Santo puede infundir y que despierta en el cristiano la
capacidad de ir más allá de la apariencia exterior de la realidad y
escrudiñar en las profundidades del pensamiento de Dios y de su
designio de salvación''.
Francisco
ha recordado las palabras del apóstol Pablo, cuando dirigiéndose a
la comunidad de Corintio describió los efectos de este don: ''Esas
cosas que los ojos no ven, que los oídos no escuchan y que nunca
entrarán en el corazón del hombre, Dios las ha preparado para
aquellos que le aman. Pero a nosotros, Dios nos las ha revelado por
medio del Espíritu Santo''.
''Esto
no quiere decir que un cristiano pueda comprender todo y tener pleno
conocimiento de los diseños de Dios -ha destacado el Pontífice-.
Pero, como sugiere la palabra en sí, el intelecto permite ''intus
legere'', ''leer dentro''. Este don nos hace entender las cosas como
las entiende Dios, con la inteligencia de Dios... Es un don
estrechamente conectado con la fe. Cuando el Espíritu Santo habita
en nuestro corazón e ilumina nuestra mente, día tras día hace que
aumente la comprensión de aquello que el Señor ha dicho y ha
cumplido''.
Francisco
ha explicado que lo mismo les sucedió a los apóstoles del camino de
Emaús, que no conocieron a Jesús porque no eran capaces. ''Pero
cuando el Señor les explica sus Escrituras para que entiendan que Él
debía sufrir y morir para más tarde resurgir, -ha dicho- sus mentes
se abren y en en sus corazones se enciende de nuevo la esperanza.
Esto es lo que hace el Espíritu Santo con nosotros''.
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