Ciudad del Vaticano, 8 marzo 2014
(VIS).- Se celebra en Roma del 8 al 9
de marzo, en la Pontificia Universidad Antonianum, el Simposio
Internacional: “La
administración de los bienes eclesiásticos de los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica al servicio del
humanum y de la misión en la Iglesia”. Por este motivo el Santo
Padre ha enviado un mensaje al cardenal João Braz de Aviz, prefecto
de la misma congregación y a todos los participantes
del congreso. “Nuestro
tiempo -se lee- se caracteriza por cambios y avances significativos
en muchas áreas, con importantes consecuencias para la vida de los
hombres. Sin embargo, a pesar de haber reducido la pobreza, los
logros han ayudado a menudo a construir una economía de exclusión y
de iniquidad”.
“Los Institutos
de Vida Consagrada y las Sociedades de vida apostólica pueden y
deben ser sujetos protagonistas y activos al vivir y al dar
testimonio de que el principio de gratuidad y la lógica del don
encuentran su lugar en la actividad económica -continúa-. Es
necesario vigilar atentamente a fin de que los bienes de los
Institutos sean administrados con prudencia y transparencia, para que
sean tutelados y preservados, conjugando la prioritaria dimensión
carismática-espiritual con la dimensión económica y con la
eficiencia, que tiene su propio humus en la tradición administrativa
de los institutos que no tolera derroches y está atenta a la buena
utilización de los recursos”.
“Los Institutos de Vida Consagrada y
las Sociedades de Vida Apostólica han sido siempre la voz profética
y el testimonio vivaz de la novedad que es Cristo... que se hizo
pobre enriqueciéndonos con su pobreza...No sirve una pobreza teórica
-escribe el Papa- sino la pobreza que se aprende tocando la carne de
Cristo pobre, en los humildes, los pobres, los enfermos, los niños”.
Francisco finaliza animándoles a continuar con su trabajo
comprometido “por los pobres y todas las miserias, materiales,
morales y espirituales, como superación de cualquier egoísmo en la
lógica del Evangelio, que enseña a confiar en la Providencia de
Dios”.
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