Ciudad
del Vaticano, 8 febrero 2014
(VIS).-Hace 75 años la Iglesia de Sri Lanka fue consagrada a la
Virgen y, en esa ocasión, los fieles de la isla han venido en
peregrinación a Roma, donde esta mañana han sido saludados por el
Papa Francisco en la basílica de San Pedro. El Santo Padre ha
recordado también que poco antes del comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, el arzobispo de Colombo, Jean-Marie Masson, hizo el voto de
construir un templo en honor de la Virgen si la isla no era invadida
por tropas extranjeras y como así fue, después del conflicto armado
se construyó en Tewatte el santuario de Nuestra Señora de Lanka.
“La
Virgen está siempre cerca de nosotros -ha dicho el pontífice-, mira
a cada uno de nosotros con amor materno y nos acompaña siempre en
nuestro camino. No dudéis en recurrir a ella en cualquier necesidad,
sobre todo cuando sentimos el peso de la vida con todos sus
problemas”.
“Vuestra
patria es conocida como la Perla del Océano Indico por su belleza
natural y su conformación -ha proseguido- Se dice que la perla está
formada por las lágrimas de la ostra. Desgraciadamente, en los
últimos años, se han derramado muchas lágrimas a raíz del
conflicto interno que ha causado tantas víctimas y originado muchos
daños. Sé que no es fácil sanar las heridas y colaborar con el
adversario de ayer para construir juntos el mañana, pero es el único
camino que nos da esperanza de futuro, de desarrollo y de paz. Por
esto, os aseguro que ocupáis un lugar especial en mis oraciones.
Suplico al Señor que os de el don de la paz y la de reconciliación
y que os ayude en el intento de garantizar un porvenir mejor para
todos los habitantes de Sri Lanka”.
El
Papa ha concluido confiando a los fieles a la intercesión maternal
de María, Nuestra Señora de Lanka y pidiéndoles que rezasen por
él.
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