Ciudad
del Vaticano, 13 febrero 2014
(VIS).- Esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha
tenido lugar una rueda de prensa para presentar el Simposio
"Sacrosanctum Concilium. Gratitud y compromiso por un gran
movimiento eclesial", organizado por la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El congreso, en
colaboración con la Universidad Lateranense, se celebrará en Roma,
en la Pontificia Universidad Lateranense, del 18 al 20 de febrero, y
conmemora el 50 º aniversario de la Constitución Conciliar sobre la
Sagrada Liturgia promulgada por el Papa Pablo VI el 4 de diciembre de
1963.
En la conferencia de prensa han participado el arzobispo Arthur Roche, Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; monseñor Juan Miguel Ferrer Grenesche, Subsecretario de la misma Congregación, y el profesor Philippe Chenaux, Profesor de Historia de la Iglesia Moderna y contemporánea en la Pontificia Universidad Lateranense, director del Centro de Estudios e Investigaciones “Concilio Vaticano II”.
Asimismo el texto del cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; lo ha leído monseñor Juan Miguel Ferrer Grenesche y el texto del obispo Enrico dal Covolo, S.D.B., Rector de la Universidad Pontificia Lateranense, lo ha leído el profesor Philippe Chenaux.
El
cardenal Cañizares recuerda cómo el Concilio es “una invitación
a la Iglesia a ser ella misma, así como Dios la ha querido y la ha
creado, y a actuar de una manera consistente con las vocaciones y la
misión que el mismo Dios la ha dado”.... “con el inicio centrado
en el tema de la Liturgia -ha dicho- se enfatizaba inequívocamente
la primacía de Dios en la vida de la Iglesia: en primer lugar
Dios... porque cuando la atención en Dios no es lo principal, todo
lo demás carece de sentido”.
Los
Padres del Concilio Vaticano II, al demostrar dicha prioridad
aprobando en primer lugar la Constitución Sacrosanctum Concilium
dejaban claro que “lo primero es la adoración: Dios por encima de
todo. Partiendo, pues, con el tema de la liturgia, todo el Consejo se
puso explícitamente bajo la luz de la primacía de Dios y
destacándolo, al mismo tiempo, como una referencia segura del camino
a seguir para el futuro”.
Sobre
la gratitud y el compromiso, el prelado ha añadido que “tenemos,
de hecho, que agradecer a Dios este primer fruto del Concilio... no
sólo por la Constitución en sí misma, sino por el dinamismo de
renovación de la Iglesia que de ella emana y continuará irradiando.
Al mismo tiempo, se requiere hoy en día, por nuestra parte, un
compromiso urgente de continuar profundizando en la renovación
litúrgica querida por el Concilio Vaticano II, en la que se ha hecho
mucho - es cierto -, pero aún queda mucho por hacer”.
El
Simposio tendrá una parte de reflexión teológica y pastoral,
ofrecerá un importante lugar a las celebraciones y los momentos de
oración, y contará, asimismo, con espacio para la belleza del arte
al servicio de le liturgia representada con conciertos y
exposiciones. Los participantes encontrarán al Santo Padre el
miércoles 19 de febrero durante la Audiencia General.
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