Ciudad
del Vaticano, 10 enero 2014
(VIS).-Los Sediarios Pontificios, -según la tradición el Colegio,
más antiguo existente en el Vaticano, del que se tiene noticia desde
el siglo XIV- han sido recibidos esta mañana por el Papa en la Sala
del Consistorio.
Los
Sediarios eran los hombres que tenían el honor de llevar el trono
del Papa a hombros en las celebraciones litúrgicas. Actualmente
prestan servicio en el apartamento pontificio acogiendo a las
personas que visitan al Papa y están presentes, además, en las
audiencias generales en la Plaza de San Pedro y en todas las
ocasiones en las que el Pontífice encuentra a los fieles.
En
el discurso que les ha dirigido, Francisco, recordando que todavía
vivimos el tiempo litúrgico de Navidad, ha subrayado que el misterio
del nacimiento de Jesús “nos llama a dar testimonio en nuestra
vida de la humildad, la sencillez y el espíritu de servicio que nos
ha enseñado”. “También en vuestro trabajo cotidiano -ha
añadido- tenéis la posibilidad de imitar estas características del
Hijo de Dios que 'no vino para ser servido, sino para servir'. Vivido
con esta actitud interior, el trabajo puede convertirse en apostolado
y en una ocasión inapreciable para transmitir a todos los que
encontráis la alegría de ser cristianos”.
El
Papa ha subrayado que a lo largo de estos meses se ha dado cuenta de
los ideales que inspiran la labor de los Sediarios: “el amor a la
Iglesia y a la Santa Sede, la cordialidad acogedora, la paciencia, la
tranquilidad y la serenidad del comportamiento constituyen una
hermosa tarjeta de visita para cuantos acceden al Palacio Apostólico
para encontrar al Sucesor de Pedro. Os doy las gracias por todo ello
y me siento en deuda con vosotros. Os renuevo mis deseos de paz y de
todo bien, os aseguro que rezo por vosotros y cuento también con
vuestras oraciones por mí. Gracias”.
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